27 de enero de 2015

FRAGMENTO 61

FRAGMENTO 61
de “El último protomacho, creativo y perfeccionista, en el país de las colas sin fin y las narices de mango”, novela  de
MARCO AURELIO CARBALLO (MAC)

El divorcio estaba por fallarse, lic. difunto, Papito Leo siguió fastidiando... Lo última no fue pagarle a su abogado y el costo del divorcio, sino el sepelio, ¿ajá? Porque, para el divorcio, contrató a un colega suyo… ¿Por qué no al Trepa. Lo juzgaba mal abogado
Muerto Leo, no recurrí a nadie porque atendí a Hércules preso. Entonces yo ignoraba la existencia de la amante de Leo.  Con sus primos genuinos sentía vergüenza y, respecto a su amigo y primo falso, el Trepamadres, hubiera sido el último animal a quien buscara. Con perdón de los animales… No le habría pedido ayuda ni con mis hijas en peligro. Después le explico… ¿Ya?...
En su primera visita, lic, ayudó llevando los platos al fregadero. Al bolsón de Leo le costaba abandonar el sofá. Mientras yo preparaba la jabonadura, el Trepa me arrojó a la nuca su vaho maloliente y me frotó su cuerpo de lombriz barrigona. Antes me tomó de las caderas. Así que le descargué un codazo en su blanda panza. ¡Zas! Vi cómo abrió la boca y se le saltaron los ojos inyectados en su antifaz de nacimiento. El ojeras de mapache.
Mis hijas Alba Lilia y Yolanda y yo nos encargamos del muertito, lic, pidiendo prestado en los empleos. Recibimos La única aportación del generoso ex marido argentino de la vecina, del señor Gandini. dijo que olvidáramos regresársela. A él lo vi una vez. Mi marido, varias, ¿ajá? La Gandini tomó el fallecimiento del pelotudo de Leo casi casi como buena noticia. Atareada no a charlé con esha. Seguí recibiendo sus panfletos por cíbercorreo. Quizá esha hable después de su compañero de tragazón.

Los amigos de Leo aparecieron poco a poco,  supe por la vecina. Ni me hablaron ni buscaron. La persona a cargo de sus botanas y de sus cubos de hielo, yo meroles. La chacha, haga de cuenta, licenciado García... ¿García-Corral?... Oh, perdón. Ellos tocaron a la puerta de la ex señora Gandini. Se presentaron tras buscar por teléfono a Leo sin obtener respuesta. ¿Era cierta la noticia? del Trepa? ¿En qué circunstancias murió Leo?, al final preguntaban por mis hijas.

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