25 de febrero de 2014

FRAGMENTO 21

TURBOCRÓNICAS
FRAGMENTO 21
de “El último protomacho, creativo y perfeccionista, en el país de las colas sin fin y las narices de mango”, novela  de
MARCO AURELIO CARBALLO (MAC)


Nuestros dos viajes de fin de año, a Córdoba primero y a Guanajuato después, resultaron incómodos. Leo tenía prohibidísimo beber y comer en abundancia, y ¿qué cree? En el mercado de Córdoba se desayunaba con una docena de picadas rebosantes de salsa roja y de queso fresco. Cualquiera se suicida comiendo.
––¿Sabes cuándo detenerte? ––le pregunté el primer día.
––Claro, doña Petacas ––respondió don Superbuenasmaneras––. No me subestimes. Le paro a la primera flatulencia.
Comía dos o tres mojarras y, de cena, ordenaba la engañosa ensalada del chef con embutidos, y dos o tres cafés y doble ración de pasteles.
En Fortín de las flores, al regreso del mercado, nos sentamos a una mesa alrededor de la alberca. Las muchachas estaban en su cuarto poniéndose el traje de baño. Ellas se habían desayunado en el hotel. Varios niños jugaban a tirarse desde el trampolín. Metido en el agua, el padre los animaba… Los chamacos llegaban hasta arriba y volvían a bajar, tras asomarse, presas del miedo. Observándolos, Leo murmuraba culeritos.
Me abstraje viendo,  la sierra verde. Pensaba en cómo contar mi historia junto a aquel suicida, despreciable en plan de grosero y que cavaba su tumba con los dientes. Como no hubo eco en mí de sus agresiones, se puso a narrar las idas de pinta a los muelles del puerto para presumir su arrojo. Momentos de dicha para una niñez infausta, según él. La tropilla se lanzaba en fila, uno tras otro, al mar sucio, entre los barcos, y emergía en espera de que los turistas arrojaran unas monedas. Luego iban a las nieves, frente al mercado de las artesanías.
––El mar es para pocos ––dijo Leo––. Puede meterte su lengua hasta que te ahoga, escribió esa mujer, la Rivera, Silvia Tomasa Rivera. Paisana mía. Léela. El mar puede ahogarte, destrozarte, es como un beso del diablo.

Iba a leerla. Sonaba interesante. Imaginé a Leo niño hundiéndose en las aguas del golfo  y oyendo cómo el sol también se hundía efervescente.

18 de febrero de 2014

FRAGMENTO 20

FRAGMENTO 20
de “El último protomacho, creativo y perfeccionista, en el país de las colas sin fin y las narices de mango”, novela  de
MARCO AURELIO CARBALLO (MAC)


Papito Leo aprobó mi regreso al trabajo, nacidas las niñas. Es más, empezó a animarme de un tiempo a esa parte. Le recuerdo, lic, que murió cuando teníamos veinticinco años de casados. “En lo que sea, Petacona”, decía. “Gánate unos pesos. Aquí no te falta nada. Distráete…” Recomencé con medio tiempo de secretaria en la editorial. Deseaba editar libros. A Leo lo tenía sin cuidado y, Entonces, apenas dio el gasto.
Tampoco le importaron los estudios de las niñas, y no ayudó ni llevándolas a la escuela ni yendo por ellas… Yo las llevaba e iba corriendo por ellas. Tuve horario completo de trabajo cuando las hijas  entraron a la secundaria.
Mi aprendizaje como editora ha sido lento. Sé cómo se hacen los libros aunque no he editado uno todavía. Entré a corrección. Los primeros años dormí de pie. Era la señora de la casa y la chacha. Hacía de comer y lavaba y planchaba, y hacía el aseo. Ahora mis hijas ayudan. Yo pagaba el súper, la luz, el gas, el agua, la escuela de las niñas, sus lentes, ropa, el dentista, etcétera.
Un día Hice cuentas. Era más barato vivir aparte.
Leo pagaba el alquiler del apartamento y el trago y los cigarros y las pizzas del Trepamoders. Ahorraba para comprar nuestra casa propia, decía. Nada. Mentira... Ahora miento yo porque estrenamos un sofá y pagó un mingitorio, un orinal. Sus amigotes orinaban el cubreasiento del escusado y eso lo ponía frenético… Nunca jamás compró la casa y si ahorró quién sabe donde está ese dinero. ¿Ya le dije que no le gustaba tener cuenta bancaria? Sospecho de que el dinero paró con la suplente, con el repuesto… En nosotras gastó llevándonos a Fortín de las Flores, en Veracruz, ¿ajá?, y a Guanajuato.
Leo era del puerto de Veracruz, lic, y lo presumía si lo consideraba necesario. Cuando no, exponía con resabios sus experiencias porteñas. Nos llevó a Fortín de las Flores y nos hospedamos en el hotel del mismo nombre, cerca de Córdoba. Él ya había estado ahí, supe por sus indiscreciones, cuando yo ni sospechaba la existencia de la otra. Leo había viajado a Fortín para asistir a fiestas de los parientes de su amigote el Trepamoders, y a diligencias judiciales.
A Guanajuato viajamos porque la madre era de ahí, le habían dicho a él. Aunque luego de ver a las momias, dijo que siempre no, je je. Enseguida su mami fue originaria de León y se inventó una historia increíble. No tuve valor para decirle que la primera historia de la señora no encajaba con la segunda.
De haber tenido datos, como los tuve, ignoro si fidedignos, tampoco lo desmiento. Por mí que se creyera cuanto quisiera creer, si gracias a esas mentirijillas sostenía en pie su frágil cordura. Quien hubiera sido mi suegra falleció a los tres años de edad de Leo. Esa fue la primera versión. A él lo llevaron huérfano al puerto a vivir con sus tíos paternos y primos.

El tío, hermano del papá de Leo, llamado también Leonardo, tuvo allá una tienda de abarrotes. Al partir Leonardo grande en busca de la mamá de Leonardo chico, al enterarse de que ella no había muerto y vivía en Estados Unidos, hijo y tienda quedaron a cargo del tío Clemente. El papá no regresó, y los intentos de Leo por hallarlo fueron escasos y superficiales.

11 de febrero de 2014

FRAGMENTO 19

TURBOCRÓNICA
FRAGMENTO 19
de “El último protomacho, creativo y perfeccionista, en el país de las colas sin fin y las narices de mango”, novela  de
MARCO AURELIO CARBALLO (MAC)


En efecto, lic, ¿por qué me llamo Rosacruz?, Le pregunté a mi madre. Las burlas en la secundaria eran cara a cara. Ya en primero de prepa cuchicheaban a mis espaldas:  “qué amolada”. En segundo fui Rosa porque lo divulgué yo. Mi nombre completo está en los papeles oficiales. Fue idea de mi padre y, aun cuando estuvo ausente en mi registro, mamá confiaba en que nos alcanzaría. Si ella viajó al DF con esa promesa, y él la incumplió.
Leo actuó enfermizo con los nombres de sus hijas. Ni siquiera opiné.
––¿Por qué Alba Lilia? ––pregunté.
Ella es morena, de cabello lacio, nariz respingona y labios delgados.
––Por mi primera novia ––dijo, altanero, don Superbuenasmaneras––. Es un homenaje. No quisieras ponerle el tuyo, ¿verdad?
Nació la segunda. De tez clara y de cabello castaño ensortijado. Colocho, diría mamá. Ojos redondos, nariz recta y labios carnosos. Pregunté el nombre de su segunda novia.
––Yolanda ––dijo, sonriente––. Ah qué doña Petacas.
––Si hubo otras hasta aquí llego ––dije––. Busca quién te dé más hijas.
––¿Qué dices?
––Tranquilo… Dime, ¿cómo sabrán que cumpliste tu promesa?
––Tranquila, tú. Promesas de chamaco pendejo. No volví a saber de ellas. Se casaron, parieron como conejas y ni matriz tienen ya...
 ––No entiendo ––dije, aunque iba a decirle estás enterado del fin de sus matrices y no del fin de ellas––. ¿Qué sentido tiene?
––No busques el sentido ––dijo––. Es el único buen recuerdo, los nombres. Siguen gustándome. Agrégales el tuyo y las pendejitas lo desecharán de adultas ¿Apuestas?
Les hablaré a mis hijas de mi verdadero nombre cuando lo crea oportuno. Ellas se sienten bien llamándome Rosa. Un derivado de Rosacruz, diré. No extrañaron que Papito Leo me llamara Rous en casa, y parecieron habituarse a lo de petacona… Cuando les cuente el origen del nombre de  cada una de ellas, reirán, espero.


5 de febrero de 2014

FIGURAS DE LA SEMANA

FIGURAS DE LA SEMANA 9 DE FEBRERO 2014

“ME GUSTARÍA QUE CAMBIARAN EL MUNDO, PERO NO CAMBIARÁN NADA”: ANTONIO LOBO ANTUNES, ESCRITOR PORTUGUÉS

MARCO AURELIO CARBALLO

Para el querido colega Federico Campbell, por su pronta recuperación.

Habla Antonio Lobo Antunes (Lisboa, 1942), candidato al Nobel de literatura: “Sé que nadie escribe como yo. Tampoco yo. El reto es llegar más lejos cada día. Cada día hacerlo mejor, llegar más cerca. Observe el teatro de Chejov”, le dice a su entrevistador Antonio Jiménez Barca, del diario El País. “Asombra que en frases aparentemente sencillas como ‘Tengo frío’ o ‘Por fin he llegado´ transmita una gama de sentimientos. Todo a base de trabajo. Sus manuscritos están llenos de correcciones”. Acerca de su reciente libro “Sobre los ríos”, Lobo Antunes dijo que le apetecía hablar de la vida, no de la muerte, después de superar varios cánceres. “Yo no soy crítico ni teórico de la literatura… Para mí la infancia es salud, alegría, esperanza, pero no sé explicarlo. Simplemente tenia que ser así. Cuando escribes tienes la impresión de que es inevitable de que sea así.” Le dijeron que hablaba como si los libros estuvieran escritos antes de escribirlos. “Sí”, dijo, “como estatuas en el jardín que hay que desenterrar y limpiar y limpiar. Quizá un libro sea una eficaz, sola y larga palabra”. Del hospital, dijo, le impresionó “la dignidad de los enfermos de oncología. Todos eran príncipes en un hospital del Estado. Había pobres portándose con dignidad de aristócratas, con coraje. Nunca le oí a nadie una queja.. Rogar o pedir sálvame. La gente aguantaba callada, sonriendo, saludándote, deseándote mejoría. Muchos con metástasis en todas partes. Sabían que iban a morir y morían sin quejarse ni miedo. Yo no tengo certidumbres ni respuestas. Sólo escribo libros. Me gustaría que cambiaran el mundo. No cambiarán nada.  Solo soy un chico que escribe libros y espero morir con la misma inocencia”. De la amistad, dijo: “Es como el amor: instantánea y absoluta. Conoces a alguien y te conviertes en amigo suyo de la infancia, aunque tengas cuarenta años de edad. Para mí es el sentimiento más importante.

CANTURREA JUAN GABRIEL, JILGUERO POSMODERNO DEL PARTIDAZO, SIN FONDO MUSICAL: “Debemos tener mucho cariño, confianza, respeto y admiración al señor (sic) Peña Nieto, porque es nuestro presidente. Cuando era candidato, yo no podía opinar, pero ya cuando la gente (sic) es presidente uno lo tiene que respetar, ayudar” “La música puede ayudar a calmar los ánimos de la gente en zonas de conflicto”, agregó en su canturreo. “Considero que debemos promover la música y tendremos menos problemas como ese...” Se supone que aludía a los problemas de Michoacán, de donde es originario el señor artista. “También debemos respetar nuestras instituciones”, agregó, “la municipalidad, estatal y, primordialmente”, pero desde luego, Juanga “lo federal”. “Yo también soy de Michoacán, dijo, de Parácuaro, de tierra caliente. También voy por mis derechos cuando no me los dan. Pero mi campo es la música. Creo que la música es el atajo más hermoso para llegar a los corazones de todo el pueblo. Yo soy artista y estoy muy agradecido por haber nacido en México, con mis instituciones, porque me han permitido superarme y aparte me han dado trabajo. Así que estoy obligado a pedirle a toda la gente que son gobernados (sic) a respetar con nuestro trabajo a los gobernantes por sus jerarquías. Con lo que nos dedicamos, poner en alto el nombre de nuestro país”. Juanga canturreó en el estreno de la película “¿Qué le dijiste a Dios”, en la que hay 14 de sus canciones. De paso dijo que está listo para grabar a dueto con Vicente Fernández y con Luis Miguel, que deben ser igual de alfombra roja. Juanga recibió de inmediato recompensa. Entrará al Salón de la Fama.

El PRESIDENTE DE Uruguay, José Mújica, fue condecorado por el presidente de México, Enrique Peña Nieto con el máximo reconocimiento que otorga a un extranjero el gobierno de México, la orden del águila azteca. Al mandatario uruguayo le preguntaron por qué no usaba corbata, según nota del diario mexicano Reforma.  “es un trapito colgado al pescuezo”, respondió, que no le veo sentido, pero cada cual con sus chifladuras, y Mújica se fue loco de contento, de acuerdo con la versión del Reforma. Antes le dijeron que lo metieron a un pozo para enloquecerlo cuando fue dirigente guerrillero tupamaro. No lo volvieron loco, lo volvieron presidente se agrega en la nota sin acreditar el comentario. “Pero eso ya pasó. No lo volvieron loco. Lo volvieron presidente”, contestó, se supone, Peña Nieto.

COLA DE GALLO
HOMENAJE CRÍTICO.- El escritor y periodista Juan Villoro propuso un  homenaje con pasión crítica a Octavio Paz en el centenario de su nacimiento…

Cura del Gay.- El cardenal español Fernando Sebastián declaró que la homosexualidad es una deficiencia y hay tratamientos para corregirla, seg: PELIGROSO QUE LA MARIGUANA"SIDENCIAL PERREDISTA.
amientos para corregirla, según entrevista con la agencia EFE.


PURAS FRASES

“Los alcahuetes del régimen no son de izquierda”: Andrés Manuel López Obrador, ex candidato presidencial perredista… “El alcohol es más peligroso que la mariguana”: Barack Obama, presidente de EE.UU.

Al cierre de esta columna Federico Campbell, autor de “Tijuanenses” continuaba grave de neumonía. Su esposa dio a entender que los médicos del hospital Mocel ignoraban si padece neumonía o influenza.

PICOTAZOS
En México estamos infestados de obras pseudoliterarias porque los editores barcos creen que descubrieron al nuevo talento nacional”, escribió el periodista y editor Braulio Peralta en un su artículo titulado “Editor de forma, sin fondo”, publicado en Laberinto, suplemento cultural que dirige José Luis Martínez para el diario Milenio.  “La soberbia para editar y publicar es uno de los más graves problemas a la hora de la realidad, las ventas del libro. Todos son culpables menos el autor. El editor carga con las responsabilidades. Algo que el autor mediocre nunca entenderá. Menos esos escritores que, creen, van a ganar el premio Nobel de literatura. No es broma… tengo confesiones de muchos que he publicado, soñadores sin ninguna esperanza, pero con un ego, fuera de serie. No pienso decir nombres porque son más que varios.”