25 de abril de 2010

TURBOCRÓNICAS
El caso de la niña enferma

Tocan a la puerta a la una y pico de la madrugada. Suspendo la corrección de mi mamotreto en turno. Asomo la narizota por la ventana. Veo a un veinteañero de peso gallo y gafas graduadas. Es en lo primero en que me fijo a esa hora, el peso corporal y los ojos. Igual en las manos. Esto de las manos se lo he aprendido a los polis observándolos cómo observan. El muchacho me la extiende a través de los barrotes de la ventana. Se la estrecho. Textura de intelectual. Soy su vecino, dice. Jamás lo he visto.
En una ocasión anterior así empezó el diálogo más o menos a esa hora, y terminó cuando desembolsé doscientos pesos. Ese vecino tenía una señora madre... Acababa de morir y el hijo hacía una colecta. Siempre he sospechado que me chamaqueó. El tipo oscilaba, sin asomo de lágrimas. Pero ¿y qué? En mi pueblo velan con aguardiente y entierran con marimba. La conciencia me quedó tranquila.
Ahora vivimos la crisis número doscientos y pico del capitalismo salvaje. En la bolsa del pantalón palpo una moneda de a diez pesos y la froto. Habría sido un insulto... Pero este caso es diferente. Una hija recién nacida. ¿Es usted médico?, pregunta el muchacho. ¿El viejo truco? Si fuera médico, ¿lo acompaño y cuando camine por un vericueto oscuro de la cerrada de general Anaya el cómplice me aplica la china?
Necesita una responsiva médica para que dejen salir “de la clínica” a su bebé. ¿La clínica? ¿Cuál clínica? Estamos rodeados de escuelas y de una vinatera y de un antro y de un minisúper. El Rey del Taco, a dos cuadras y la Cruz Verde a dos kilómetros al norte. Si la clínica es privada sólo se paga la cuenta y ya. Puede usted llevarse a su enfermita adonde quiera.
En la calle, de una sola cuadra, a la derecha vive una señora dueña de restaurante, a la izquierda un gerente de empresa y enfrente un impresor y un matrimonio y dos muchachos que cenan pizzas cada noche. Oigo la moto, no el cronch cronch. Se lo digo. Alguien me dijo que usted... Nunca me han confundido con médico, pero sí con cualquier judicial o sacaborrachos.
Cuando estoy a punto de contarle quiénes viven en general Anaya, él se despide y dice que le tocará enfrente a los chicos que cenan pizzas. Quizá haya un médico ahí. No, no lo hay. Superconvencido. Son estudiantes. A menos que lo sean de medicina... Algo oscuro se trae, pienso, o dice la verdad y está aturdido. Dejo de frotar la moneda, a salvo en la bolsa.



GARBANZOS DE A LIBRO

Fernando Vallejo
Colombia ya es un país mantenido
como El Salvador y México

Como El Salvador y México, Colombia entró ya a la categoría de país mantenido de los tres o cuatro millones de colombianos que envían divisas desde el extranjero, declaró el escritor Fernando Vallejo. Al publicar su novela “El don de la vida” (Alfaguara), dijo también: “Yo creo que el gran género de la literatura es la novela y el gran tema la vejez, porque “desde la vejez se ve toda la vida humana”. También dijo que ha visto al idioma “derrumbarse, volverse un adefesio incorrecto, feo, perverso, sin expresividad y sin gracia”, tanto en su país como en México, donde vive, y en España y en Argentina. Agregó que se nacía en un país de gramáticos y se le inculcaba el idioma y “era parte de uno mismo y uno lo sentía como el aire que respira”. Lo entrevistaron para Babelia de El País.

LOS GARBANZOS
En una encuesta sobre cómo ser un buen escritor y de cómo derrotar la página en blanco, opinaron Elena Poniatowska: “Es más fácil poner un huevo que escribir. Escribir me cuesta un huevo y la mitad del otro, como si yo tuviera huevos”. Ángeles Mastreta: “Lo único que sé con la claridad del agua es que escritor es quien escribe todos los días, todos los ratos libres y siempre que algo mira...” Enrique Vila-Matas: “Puede ser paradójico pero sólo habiendo leído mucho se puede intentar la aventura de ir en busca de la frescura, del gesto que devuelva al arte la potencia que tuvo al principio”. Arturo Pérez-Reverte: “Creo que todo escritor coherente debe pisar siempre el mismo territorio e ir desarrollándolo con los años... Desconfío del autor que cambia de territorio o que no lo deja claro en sus libros”. La encuesta la hizo Babelia, de El País... “Hugo Chávez ha monopolizado la conversación, su dictadura es mental”, declaró el hispano-argentino Andrés Neuman, que acaba de ganar el Premio de la Crítica con su libro “El viajero del siglo” que ganó el Premio Alfaguara en el 2009. Pronto aparecerá “Cómo viajar sin ver”, una radiografía sobre América Latina, que escribió mientras promovía su novela por 20 países... La Brigada Cultural Para Leer en Libertad y la Delegación Coyoacán organizaron del 21 al 25 de abril el IV Remate de Libros en la Alameda del Sur, con volúmenes cuyo costo iban de 5 a 60 pesos. Se recibieron libros donados para la creación de bibliotecas en zonas marginales y castigadas por las crisis económicas e inundaciones. La Brigada está a cargo de Paloma Saiz Tejero y Paco Ignacio Taibo II.

18 de abril de 2010

TURBOCRÓNICAS
Oficio, arder

Cuando se me vino a la mente el título “Oficio, arder” para el epílogo de un libro mío, pregunté a mi alrededor si no habían leído ese título por ahí. No, me contestaron. Debí haber preguntado más allá... Así que con las prisas y la irresponsabilidad del reportero estresado mantuve aquellas dos palabras al final de “Soconusquenses. Crónicas y semblanzas” (Coneculta-Chiapas). Hace poco intenté meter orden en varias pilas de libros. Entonces lo encontré y me fui de espaldas. Se trata de “Oficio: arder. Obra poética 1982-1997, de Efraín Bartolomé. Caray. Sólo fui distinto en el uso de la coma.
El texto, mi texto, que dedicaré a Efraín Bartolomé en la segunda edición, es el siguiente:
“Lo mejor que me ha pasado ha sido soñarme, despierto, escritor. Pero antes debía ser reportero, intuí, para tener experiencias y enseguida escribir historias cortas o largas. En la costa de la selva, en el Soconusco, siempre hubo escritores. Pero bajo aquel cielo verde no me crucé ni con poetas ni con narradores, en la segunda mitad del siglo pasado. Debí salir al mundo en pos de ellos y de las vivencias, y para sanar de regionalismo. En casa había libros suficientes. Tardé años en aprender lo fundamental, concentrado en dominar el oficio como autodidacto. La desventaja de ese método es su lentitud.
“También me distrajo eludir los estorbos con los cuales tropiezas de pronto. Un pariente, una mujer, un jefe, un dizque amigo. De viejo tomé conciencia de que ya no vives como los demás cuando decides ser escritor. De haberlo sabido en la niñez, me ahorro el desgaste que implica desprenderte de los convencionalismos y del bagaje inútil. En positivo, esos estorbos rinden experiencias aprovechables en las historias. Quién sabe qué habría pasado si los obstáculos me hubieran hecho morder el polvo. Estaría muerto o sería un costal de ochenta kilos de amargura…
“Cuando menos lo intenté. Pero estoy insatisfecho porque sé que puedo superarme todavía unos puntos arriba de lo conseguido. La competencia es conmigo. Aprendes a escribir cada texto, lo que sea, en el género de la narrativa. También logras vivir distinto. Pero debes llegar al mundo con un fuego interno, con una flama. La mía opera al rojo vivo y nadie me la ha apagado. A veces, cuando vivo o cuando escribo, ardo como una pila de leños bien secos.”




GARBANZOS DE A LIBRO
Elías Canetti
“Debería ser mucho más difícil morir”

Para Julio Scherer, maestro.

La muerte de su padre y de su madre hizo declarar a Elías Canetti (Bulgaria, 1905- Suiza, 1905): “Se muere con demasiada facilidad. Morir debería ser mucho más difícil”. El Nobel de Literatura 1981 tenía el proyecto de escribir un ensayo sobre la muerte. Escribió nueve cuadernos y de ahí se publica “Libro de los muertos. Apuntes 1942-1988” (Galaxia Gutemberg/Círculo de lectores). En ese texto cuenta que a los siete años murió su padre de 31. También que no había manera de consolar a su madre y que “la sujetaba muy fuerte, y si se hubiera tirado por la ventana habría tenido que arrastrarme con ella”. Después, mientras escribía “La antorcha al oído”, operaron de cáncer a su segunda esposa, Hera. Elías Canetti escribió los cuadernos sobre la muerte en diferentes años de 1942 a 1988. Quizá su libro más conocido es “Masa y poder”.

LOS GARBANZOS
Habla Carlos Fuentes: “No sólo la policía mexicana sino toda la policía latinoamericana está corrompida y el Ejército como institución ha logrado darle un sello de honestidad y de combate al mal del narcotráfico”... Los libros de los mexicanos más pirateados son los de Francisco Martín Moreno (“Arrebatos carnales”) y de Xavier Velasco (“Diablo guardián”), informó la Cámara Nacional de la Industria Editorial. De 20 millones de libros que se venden al año en el país, la mitad son pirateados o fotocopiados... La escritora Charlaine Harris declaró que los vampiros en sus libros son sólo una metáfora, porque a ella le interesa hablar de cualquier minoría oprimida, aunque en ese caso (“Más muerto que nunca”, editorial Suma de Letras) se tratará concretamente de la comunidad gay. En EE.UU., una de las series de moda es “True blood”, basada en las historias de Charlaine Harris... Acuse de recibo: Revista de la Universidad, 74, abril 2010, que dirige Ignacio Solares, con las firmas de Miguel León-Portilla, Manuel Gutiérrez Estévez, Luz Aurora Pimentel, Álvaro Ruiz Abreu, Mauricio Molina, Darío Jaramillo, Rosa Beltrán, José Miguel Oviedo, Daniel Sada, Bárbara Jacobs, Vicente Leñero, David Martín del Campo, Arnoldo Kraus, Beatriz Espejo, Adolfo Castañón, Joaquín-Armando Chacón, Pablo Espinosa, Eduardo Antonio Parra, Ruy Pérez Tamayo e Ignacio Solares.
TURBOCRÓNICAS
Oficio, arder

Cuando se me vino a la mente el título “Oficio, arder” para el epílogo de un libro mío, pregunté a mi alrededor si no habían leído ese título por ahí. No, me contestaron. Debí haber preguntado más allá... Así que con las prisas y la irresponsabilidad del reportero estresado mantuve aquellas dos palabras al final de “Soconusquenses. Crónicas y semblanzas” (Coneculta-Chiapas). Hace poco intenté meter orden en varias pilas de libros. Entonces lo encontré y me fui de espaldas. Se trata de “Oficio: arder. Obra poética 1982-1997, de Efraín Bartolomé. Caray. Sólo fui distinto en el uso de la coma.
El texto, mi texto, que dedicaré a Efraín Bartolomé en la segunda edición, es el siguiente:
“Lo mejor que me ha pasado ha sido soñarme, despierto, escritor. Pero antes debía ser reportero, intuí, para tener experiencias y enseguida escribir historias cortas o largas. En la costa de la selva, en el Soconusco, siempre hubo escritores. Pero bajo aquel cielo verde no me crucé ni con poetas ni con narradores, en la segunda mitad del siglo pasado. Debí salir al mundo en pos de ellos y de las vivencias, y para sanar de regionalismo. En casa había libros suficientes. Tardé años en aprender lo fundamental, concentrado en dominar el oficio como autodidacto. La desventaja de ese método es su lentitud.
“También me distrajo eludir los estorbos con los cuales tropiezas de pronto. Un pariente, una mujer, un jefe, un dizque amigo. De viejo tomé conciencia de que ya no vives como los demás cuando decides ser escritor. De haberlo sabido en la niñez, me ahorro el desgaste que implica desprenderte de los convencionalismos y del bagaje inútil. En positivo, esos estorbos rinden experiencias aprovechables en las historias. Quién sabe qué habría pasado si los obstáculos me hubieran hecho morder el polvo. Estaría muerto o sería un costal de ochenta kilos de amargura…
“Cuando menos lo intenté. Pero estoy insatisfecho porque sé que puedo superarme todavía unos puntos arriba de lo conseguido. La competencia es conmigo. Aprendes a escribir cada texto, lo que sea, en el género de la narrativa. También logras vivir distinto. Pero debes llegar al mundo con un fuego interno, con una flama. La mía opera al rojo vivo y nadie me la ha apagado. A veces, cuando vivo o cuando escribo, ardo como una pila de leños bien secos.”




GARBANZOS DE A LIBRO
Elías Canetti
“Debería ser mucho más difícil morir”

La muerte de su padre y de su madre hizo declarar a Elías Canetti (Bulgaria, 1905- Suiza, 1905): “Se muere con demasiada facilidad. Morir debería ser mucho más difícil”. El Nobel de Literatura 1981 tenía el proyecto de escribir un ensayo sobre la muerte. Escribió nueve cuadernos y de ahí se publica “Libro de los muertos. Apuntes 1942-1988” (Galaxia Gutemberg/Círculo de lectores). En ese texto cuenta que a los siete años murió su padre de 31. También que no había manera de consolar a su madre y que “la sujetaba muy fuerte, y si se hubiera tirado por la ventana habría tenido que arrastrarme con ella”. Después, mientras escribía “La antorcha al oído”, operaron de cáncer a su segunda esposa, Hera. Elías Canetti escribió los cuadernos sobre la muerte en diferentes años de 1942 a 1988. Quizá su libro más conocido es “Masa y poder”.

LOS GARBANZOS
Habla Carlos Fuentes: “No sólo la policía mexicana sino toda la policía latinoamericana está corrompida y el Ejército como institución ha logrado darle un sello de honestidad y de combate al mal del narcotráfico”... Los libros de los mexicanos más pirateados son los de Francisco Martín Moreno (“Arrebatos carnales”) y de Xavier Velasco (“Diablo guardián”), informó la Cámara Nacional de la Industria Editorial. De 20 millones de libros que se venden al año en el país, la mitad son pirateados o fotocopiados... La escritora Charlaine Harris declaró que los vampiros en sus libros son sólo una metáfora, porque a ella le interesa hablar de cualquier minoría oprimida, aunque en ese caso (“Más muerto que nunca”, editorial Suma de Letras) se tratará concretamente de la comunidad gay. En EE.UU., una de las series de moda es “True blood”, basada en las historias de Charlaine Harris... Acuse de recibo: Revista de la Universidad, 74, abril 2010, que dirige Ignacio Solares, con las firmas de Miguel León-Portilla, Manuel Gutiérrez Estévez, Luz Aurora Pimentel, Álvaro Ruiz Abreu, Mauricio Molina, Darío Jaramillo, Rosa Beltrán, José Miguel Oviedo, Daniel Sada, Bárbara Jacobs, Vicente Leñero, David Martín del Campo, Arnoldo Kraus, Beatriz Espejo, Adolfo Castañón, Joaquín-Armando Chacón, Pablo Espinosa, Eduardo Antonio Parra, Ruy Pérez Tamayo e Ignacio Solares.

13 de abril de 2010

TURBOCRÓNICAS
Enseguida, el Chapo

Cuando vi la portada de aquella revista sentí la sacudida mental que experimenta un reportero al descubrir “la nota”. Es como si un foco rojo se encendiera frente a uno. De inmediato la compré. Acababa de ver una fotografía del periodista octogenario en un periódico porque se recuperaba de un ataque de bilis. Ahora lo veía en la portada del semanario que fundó y junto a él a un individuo con gorra y el brazo confianzudo a la espalda de su entrevistador. Un gran reportero y un narcotraficante.
Las hazañas periodísticas no consisten ya en entrevistar guerrilleros en “algún lugar” de la montaña, o de la selva, sino a un narco. Entrevistar a uno o a otro entraña riesgos como el de ser llamado a cuentas por la policía, o el de aportar rastros que lleven a la captura del entrevistado. Pero la guarida era una guarida itinerante.
Leí ávido la entrevista y observé declaraciones importantes en verdad. Las tres páginas del texto son de portada. La foto, sensacional, aunque Ismael el Mayo Zambada pose, constriñendo la panza. La guerra está perdida, declaró, sin precisar para quién. El lector debe deducir. Y ofreció una entrevista con el Chapo Guzmán. En pos del clasificado en Forbes andan no sólo la ley sino ¿también los atildados periodistas de finanzas?
“Si el Diablo me ofrece una entrevista, voy a los infiernos...”, suele decir el fundador de “Proceso”. Un reportero le pasó por teléfono a José Pagés Llergo una crónica. El reportero insistía en que Dios había desatado su furia, al desencadenar cierto desastre divino. Ante la enésima mención del Dios impío, Pagés le dijo: “Mejor entreviste a Dios”.
La entrevista con el Mayo causó un revuelo inaudito. Pocos se han abstenido de opinar, hartos de los desaciertos de la policía en el caso de la extraña muerte de la niña Paulette. El reportero debe entrevistar incluso al Diablo, están de acuerdo. Pero uno de esos gritones de la tele cuestionó el contenido. Esos gritones proliferan porque son más baratos que los reporteros, dicen los estudiosos del periodismo actual. El locutor que suele decir “arrebatinga” no “arrebatiña” y menos “rebatiña” quiso bañar al pescadito, dormir al velador, hacerle chiles..., etc. La información detallada de los reportajes totales reclama la extensión de un libro, pero el gritoncillo lo ignora. También que el Mayo no es un almidonado intelectual conceptuoso.




GARBANZOS DE A LIBRO
Soledad Puértolas
Los best sellers tiene tomado
el mercado del libro

La escritora Soledad Puértolas (España, 1947) declaró que el mercado de libros está ahora tomado por los best sellers. “En los años ochenta”, dijo, “salíamos de un mundo en el que la literatura era algo de culto, muy reverenciado y con pocos lectores, que sabían lo que querían. Ahora estamos en un sistema brutal con cientos de novedades. Aquellos no era bueno, esto, tampoco. Al menos para la literatura”. En cuanto a la participación de la mujer, dijo que las cosas cambian, pero no entiende por qué tan despacio. Sobre el oficio comentó que la soledad es la oportunidad que se le da a las ideas “para que vengan”. También dijo que el cuento es la perfección y la novela la imperfección. Autora de la novela “Queda la noche”, premio Planeta, y del ensayo “La vida oculta”, premio Anagrama, a Soledad Puértolas la entrevistaron para El País Semanal, luego de ser invitada a ingresar (la quinta mujer) en la Real Academia Española.

LOS GARBANZOS
El archivo personal de Elena Poniatowska formará parte de la fundación que lleva su nombre y será dada a conocer en junio próximo, informó el cineasta Felipe Haro, su hijo, que dirigirá ese organismo. Se ha digitalizado y catalogado menos del diez por ciento del archivo, unas 2 mil fotos, tres mil documentos y 40 horas de video... Cuarenta y cinco mil ejemplares de la biografía “Kapuscinski non fiction” se vendieron en el primer día en Polonia. El autor Arthur Domoslawski, que fuera alumno del periodista, revela que Ryszard Kapuscinski actuó de espía del gobierno en sus viajes de trabajo. El libro aparecerá en español en octubre... Nueve mil errores le corrigieron al libro “Finnegans Wake”, de James Joyce, publicada en 1939 y cuya nueva versión publicará la editorial Houyhnhm, después de 30 años de trabajo de los expertos Danis Rose y John O´Hanlon. Considerada la novela más ininteligible de todos los tiempos, James Joyce (1882-1941) calculó que pasarían 300 años antes de que la descifraran... Acuse de recibo: El Búho, año 10, número 117, que dirige René Avilés Fabila con las firmas de Bernardo Ruiz, Martha Bátiz Zuk y René Avilés Fabila sobre Carlos Montomayor, fallecido recientemente y entrevistas al mismo Montemayor (de Luz García Martínez) y a Francisco Martín Moreno (de Mario Casasús), así como la publicación de la obra de teatro “Felipe Ángeles” de Elena Garro.

5 de abril de 2010

TURBOCRÓNICAS
Dónde se aprende a pensar

El mejor taller no es una biblioteca, B. ¿Cómo te dejas embaucar por un charlatán? Sigue sus consejos y jamás aprenderás a escribir. Se aprende, escribiendo. Sólo que el sabihondo aconseje la biblioteca para... escribir. No hay atajos ni recetas. Escribiendo y leyendo descubres la técnica. En el Taller la dominas cuanto antes. ¿Y las experiencias? ¿Y las vivencias? Te queda el recurso del bibliotecario Borges. Escribir de tus sueños. Pero él estaba ciego y estaba genio. En la biblioteca, ¿cuánto tardarías en aprender a cómo utilizar los sueños en la narrativa?
Resolví responder tu candoroso correo para que tu confusión no confunda. Uno de los propósitos del escritor es poner orden en el caos. Pedir información sobre los talleres de narrativa, a la que se tiene derecho, no “parece política” y sí falta de cultura ciudadana absteniéndose. Protestar es actuar. Ahora tenemos mayor información sobre el taller de Tapachula, mi responsabilidad. Ustedes recurran al maestro Arturo Arredondo.
Lo indispensable de leer se da por descontado. No se puede escribir si antes no se leyó mucho. Algunos prefieren leer a escribir. Hay quienes van de un Taller a otro en pos del apropiado. Otros lo rechazan porque tienen la piel sensible. Ignoran que se les curte en el Taller.
Tu pregunta de cuántos escritores autodidactos hay, o ha habido, es un insulto a la inteligencia de tus compañeros. Tampoco todos los autodidactos son los mejores. He conocido a muchos con libros para la basura. Hubieran sido buenos panaderos, dijo Stevenson. Juan Rulfo y Juan José Arreola, autodidactos, organizaron los primeros talleres de narrativa en el país. ¿Por innecesarios? ¿Hubieran querido uno para ellos cuando empezaron a escribir? ¿Qué tanto un Taller de Narrativa es lo más propicio para un autodidacto?
Asististe a sesiones de mi Taller en Tuxtla, pero tus textos enviados después por correo electrónico, sin que sea mi obligación tallerearlos, exhiben yerros, es decir falta de talacha. Quizá tus necesidades, sean cuales sean, quedaron insatisfechas con mi Taller. Busca otro. Hazle caso a tu amigo el sabihondo y pasarán sexenios de tu aprendizaje para escribir solo leyendo. Curioso, aprendes a escribir escribiendo, sin leer. No al revés.
“Hay mucha falta de información”, escribes. Es decir, te contradices. Tu remate resulta incomprensible porque sin duda no corregiste el correo de cuatro líneas. Sacrifica minutos de biblioteca o aprovéchalos para corregir. Se escribe bien cuando se piensa bien. Se aprende a pensar bien corrigiendo. No vayas al Taller a aprender a escribir, ve y aprende a pensar con claridad. Quizá sólo eres una buena lectora.
¿Sabes por qué los grandes lectores del tercer mundo forman su propia biblioteca? ¿Conoces la de Tapachula? Se escribe de lo que se conoce y de lo que te afecta.



GARBANZOS DE A LIBRO
Agatha Christie
Le rechazaron un cuento
inspirado en Hitler

Las notas que tomó la escritora inglesa Agatha Christie (1890-1976)) para escribir unas ochenta novelas estaban en 73 libretas que ahora se publican en el libro “Agatha Christie. Los cuadernos secretos”, de John Curran, escritor irlandés. También dos relatos inéditos, uno de 21 cuartillas, “La captura de Cerbero”, sobre un dictador nazi desaparecido, inspirado acaso en Hitler, y que fue rechazado por el editor en 1939 porque no encajaba en el tipo de lecturas que se esperaba de la autora. Los cuadernos, con unas siete mil páginas, forman parte del archivo de la autora de “Diez negritos” y “Asesinato en el Orient Express”, hallados en su casa veraniega de Greenway. Se calcula que Agatha vendió ¡2 mil millones! de libros en todo el mundo. “No escribía como Jane Austen”, declaró John Curran, “pero era un genio del género detectivesco, una gran creadora de tramas”

LOS GARBANZOS
“Tengo lo maravilloso de García Márquez, lo mágico de Rulfo y lo lúdico de Cortázar”, dijo el escritor chileno Hernán Rivera Letelier luego de ganar con su libro “El arte de la resurrección” el Premio Alfaguara de Novela, 175 mil dolarucos... Acaba de ser inaugurada “La casa museo de Gabriel García Márquez” en Aracataca, Colombia. Se trata de una réplica del edificio donde el Nobel vivió su infancia. Son 14 espacios con las características de las viviendas caribeñas del siglo 20... La poeta Elva Macías participó en las “Guías literarias que se efectúan en el Centro de Lectura Condesa con el tema de la literatura testimonial a través de crónicas de la colonia hasta el siglo XX, pasando por el siglo XVIII... “No sé que hay en mí pero me gusta que mis libros molesten, inquieten, perturben”, declaró Marie Ndiaye (Francia, 1965), ganadora del Premio Goncourt con su novela “Tres mujeres fuertes” (Acantilado), “no quiero que el lector tenga sentimientos en blanco o negro sobre los personajes. No sé escribir de otro modo que no sea con dureza”... Acuse de recibo: Revista de la Universidad de México, número 73, marzo del 2010, que dirige Ignacio Solares, con las firmas en la portada de Carlos Monsiváis, Ramón Xirau, Teresa Rodríguez, Enrique Serna, Agustín Monsreal, Federico Patán, Angelina Muñiz-Huberman, Guadalupe Loaeza, Roxana Velásquez y con una entrevista a Roger Batra y textos sobre Esther Seligson de José Gordon y de Ignacio Solares.