11 de noviembre de 2014

TURBOCRÓNICA

turbocrónica
ESCRIBIR NOVELAS CUESTA COMPUTADORA
Y SILLA POR CADA MAMOTRETO
MARCO AURELIO CARBALLO

Ahora, mientras escribes libros, amigo Gonzalí,  fortalecerás otra parte del cuerpo, recuerda lo dicho por Faulkner: para escribir se necesitan 10 por ciento de talento y 90 por ciento de nalgas. Pero Hemingway dijo: No. cien por ciento de talento y cien de nalgas. Gusgús, no pierdas la oportunidad de mantener fuertes   las uñas como parte de tu talento, y lo demás, que lo tienes, aludo al nalgatorio. Debes tenerlo, sin duda, nadie nace desprovisto, aunque no me consten dimensiones ni fortaleza. Ni pretendo que me conste, ni aspires a que lo constate. Ese tema  es de  señores mampos, con todo respeto para ellos. No de varones. Aclaro para evitar malentendidos. Nunca falta el torpe, el totoreco de la testa.  Siempre intuí que escribir canciones y escuchar miles, como lo hizo don Gabo, te sirvió de práctica, como a otros. De ahí vengo, recuerdo, montando esa ola, que vengo de teclear a diario veinte o más notas informativas en tardes y noches de alta productividad. No eran creación ni recreación, pero sí escoleta. Y en la era de las máquinas mecánicas. Claro, nuestro mulo mayor se fogueó con otras talachas, escribió notas informativas y crónicas y reportajes grandiosos, escuchó cientos de boleros y vallenatos y leyó miles de poemas. Es decir,  tú y yo hemos sido mulos y ojalá lo seamos mientras reintentan echar de nuevo al dinosaurio  de Los Pinos. Y Aunque no quiera Alá, hubiera dicho un colega incrédulo, de los tuyos, que escribió sólo media docena de novelas. Acaso falto de blindaje trasero, o sin blindar lo demás que constituye el talento, de  sobra en el gran maestro de maestros, don  Gabo.
Por supuesto necesitas apoyos. Otro recuerdo: El  momento que Petunia Flower, maestro, dijo ¿te has dado cuenta de que gastas silla por libro? porque las sillas del turbocapitalismo no solo tienes que armarlas, son de plástico. Poco después, rápido y furioso, exterminando a mis montoneros demonios abusones,  fueron silla y computadora por mamotreto.



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