17 de noviembre de 2011

TURBOCRÓNICAS: El Hijo del Fígaro



Leí tu texto, Jorge López Ventura acerca de La Mesa Redonda. El director de Raíces, Gustavo Gonzalí, me mostró ese número del suplemento del Diario del Sur. Gracias. El mérito de haber presentado ahí por primera vez un libro, mío, es mérito de Gerardo Pensamiento, presidente de la Fundación Cultural Soconusco, y tuyo. Lo he dicho siempre. Se trató de “La novela de Betoven” (cuentos, Katún, 1986). Aunque yo escogí el sitio, creo recordar. Lo han hecho en La Guadalupana del DF, por ejemplo. Ahora cunde la moda de organizar sesiones en bares gringos para fomentar la lectura, con lectoras güeras y, ¡oh!, los pechos al aire. El trago se paga…
Me gustó eso de Hijo del Fígaro y pienso usarlo como seudónimo. Si Mozart creó su ópera “Las Bodas del Fígaro” su admirador podría escribir una historia con el Hijo del Fígaro de personaje. El padre de Henry Miller era sastre. A veces me hacen falta seudónimos. Aunque te los roben o te los pidan regalados como a mí un licenciado en periodismo. No sabía escribir ni su nombre. Regálame uno, dijo cuando era funcionario y no podía firmar con su nombre los artículos redactados por su novia. Te lo presto, le dije. No, regálamelo, dijo él. Nunca supe por qué regalado. ¿Qué oscuras intenciones guardaba en su depauperada sesera, incapaz de inventarse otro nombre?, pregunto ahora. Lo utilizó un tiempo. Cuauhtémoc del Valle era el seudónimo. Tiempo después dejó de “escribir”, cínico, porque se peleó con su amante. En un reencuentro, nomás por moler, se lo pedí, dadas las circunstancias. Ya no me acordaba, dijo él. Con más razón, le dije. Pero, prostituido, no he vuelto a usarlo.
Ha sucedido con el título de mis columnas “La vida en rojo”, “En esta esquina...” Regístralas en derechos de autor, dijo alguien. Eso sí es una monserga, repuse. Prefiero perder un dedo a hacer trámites. Además ahí sí tengo para regalar... Títulos y siete dedos porque se me ocurren los suficientes, menos los seudónimos. Pon un negocio, dijo el colega. No, le dije, porque los pienso para mí. Te los roban, dijo él. Una cosa es el robo y otra la venta. El número de columnas supera el de lectores. Quizá la demanda sea superior a la oferta. Pero la idea me asalta de pronto. Ganaría más que escribiendo crónicas y columnas. El fino guitarrista Juan Helguera siempre quiso poseer un negocio con el anuncio: “Se reparan metáforas”.

GARBANZOS DE A LIBRO
Cristina Pacheco
“Pagés Llergo decía que un periodista
debe ser constante…"
Cristina Pacheco dijo que después de publicar una entrevista en El Sol de México hecha al director de Siempre!, José Pagés Llergo (1910-1989), éste le dijo que él no acostumbraba piratearse a la gente, pero que sí “un día pasa algo” tendría trabajo en la revista. Cuando Cristina Pacheco renunció al diario, Pagés Llergo le pidió su primera colaboración con la advertencia de que iba a entrar en un terreno de hombres, donde sólo había dos mujeres y que si un miércoles fallaba “te vas”. El director agregó que un periodista tiene que ser constante y que no le importaba si la golpeaba su marido o se moría su papá o su mamá. A Cristina se le murió su mamá un domingo y no se le ocurría nada sino hasta el miércoles y al entregar su material a la una y media, Pagés Llergo le dijo: “Ahora sí puedes irte a llorar…Así quedamos, ¿te acuerdas?” El día del terremoto de 1985, Cristina encontró a Pagés Llergo, ya enfermo, en Vallarta 20 y él le dijo: “Aquí es donde debo estar. Este es mi lugar. Aquí está mi escritorio. Yo soy periodista y aquí me agarra la muerte”. A propósito de sus 70 años de edad, a Cristina Pacheco la entrevistó José Luis Martínez S. Director del suplemento Babelia de Milenio.

LOS GARBANZOS
Propuesto por Ernesto de la Peña y por Vicente Quirarte, el poeta Hugo Gutiérrez Vega (77 años) ingresará a la Academia Mexicana de la Lengua para ocupar la silla 34 que dejó vacante el poeta Alí Chumacero (1918-2010)… “La traductora debe dar a los textos, además del sentido correcto, la melodía, la música”, declaró la filóloga Selma Ancira que tradujo, y divulga, la obra de la poeta rusa Marina Tsvietáieva… El francés Bernard Pivot, periodista y divulgador de la literatura y de la lectura en tres programas de televisión, declaró que resulta paradójico que la industria editorial en crisis sea la única que cuando menos vende produce más, porque esperan que al producir muchos libros uno se convierta en superventas. La novela, agregó, es el género por excelencia, aunque las mujeres las leen más y los hombres los ensayos, mientras desciende la popularidad de las ciencias humanas como historia y filosofía. Sobre la reducción de los suplementos culturales dijo que es consciente de las dificultades por las que atraviesa la prensa, pero que “el prestigio de los libros y de los escritores sigue intacto”… Acuse de recibo: Revista de la Universidad de México, que dirige Ignacio Solares, 93, noviembre 2011, con las firmas de portada de Miguel Ángel Granados Chapa, Fernando del Paso, Tomás Segovia, Daniel González Dueñas, Emmanuel Carballo, Gonzalo Celorio, Antonio Novalón, Guillermo Vega Zaragoza, Pablo Esinosa, Fabianne Bradu, Federico Álvarez, Adolfo Gilly, Anamari Gomís, Mónica Lavín, Myriam Moscona, Nadie Villafuerte y José Woldenberg, y un reportaje gráfico de Manuel Rodríguez Lozano.








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