15 de septiembre de 2015

Fragmento 91

Turbocrónicas
FRAGMENTO 91
de “El último protomacho, creativo y perfeccionista, en el país de las colas sin fin y las narices de mango”, novela  de
MARCO AURELIO CARBALLO (MAC)
––La única beneficiada por el tío has sido tú, Petacona ––dijo Leo.
––Ah sí, ¿de veras?, ¿y cómo ha sido eso?
Intenté hacer la pregunta, indiferente. A ver con qué sale ahora, pensé. Él acababa de desayunarse y estaba de buenas. Los huevos fritos habían quedado perfectos y el tocino bien frito y con poca grasa. A eso olía el apartamento.
––Debo haber tenido ocho, diez años ––dijo él––. Una mañana mi tía apareció por la cocina con los ojos amoratados y sanguinolentos. Espantoso.
––¿Conjuntivitis? ––le pregunté.
––Qué conjuntivitis ni qué la tostada. El tío la había madreado bien madreada.
––¿Fue la primera vez?
––No, pero me impactó ––dijo Leo––. Yo estaba al tanto de que el esposo acostumbra madrear a su vieja, por el ejemplo de mi tía. Pero aquello fue una gran putada, diría Verguini, pues como quiera que sea se trataba de una vieja y porque era buena persona conmigo y hablaba muy bien de mi madre.
¿Cómo quiera que sea?
––¿Y yo qué? ––le pregunté.
––Cuando me sacas de quicio, Petacona ––dijo él estrujando el diario––, recuerdo la imagen de la tía, y empuño las manos y me muerdo uno y me jalo el otro.

Si mi marido no paró en la cárcel tras cometer equis delito fue por su profesión. Un ilícito, dicen ustedes, ¿ajá? No estoy diciendo que todo abogado esté a salvo de la cárcel, pero la profesión ayuda, ¿o no, lic?... Ya sería el colmo, una paradoja, que no ayudara. Si el licenciado Leonardo López de León nos robaba, ¿qué esperaban sus clientes y su amante, la flaca señora? Robar en este caso es una palabra fuerte, pero odio los eufemismos. Enfermo, siguió robándonos, y aceptó limosnas tanto de los primos como de los amigos y la iguala del señor Gandini. De todo eso vaya usted a saber qué porcentaje fue a parar a la grotesca panza del Trepa, si no es que a sus manos… Me consta porque vi que se llevó decenas de pizzas de anchoa sin anchoas, je je.

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