15 de marzo de 2010

TURBOCRÓNICAS
Mejor asaltado

Semillón 1 y yo íbamos a ver la cinta “Enseñanza de vida” cuando le pregunté si pensaba ir a la Feria del Libro en Minería. Es que su padre sale de ahí testereado y frustrado. La Gandhi descuenta treinta por ciento y en la Feria, cero. Excepto Colofón. Mi amigo Rafa dice que ahí es muy fácil robar libros, dijo Semillón 1. Su respuesta me aterró. Quise soltarle una parrafada. Odio menos a los asaltantes que a los rateros alevosos. Pero odio más los sermones y, como dicen ahora, cada ombligo es tan diferente como toda huella digital. Semillón I trae lo de su madre, lo mío y la mezcla ¿marciana? Editora más narrador igual a físico matemático. Demonios.
He resentido robos de libros, pomos y novias. Cuando se lo conté al poeta Rafael Cardona, él dijo cómprate unos guantes de boxeo y los cuelgas a la entrada de tu estudio. Me asombró la sugerencia. Siendo peso pluma, a los dieciséis, combatí en los guantes de oro. Mis amigos dijeron riendo al final que se preguntaban entre ellos quién tenía más miedo, si Kid Lavacoches o yo. Empatamos. ¿Guantes en el estudio? ¿Para darnos un trompo? No, dijo Rafael Cardona. Se los pones cuando lleguen de visita y no te roban nada.
Perder novias no me deprimió. Era cuando, bebiendo, me casaba. Algo así como tocar fondo, je je. Esquivé esos dos o tres matrimonios. Es decir, el mismo número de fondeos. Me deprimió que un rata, en una orgía de trago sin límite y de botana anti-cirrosis, se embolsara “El cuarteto de Alejandría”, de Durrell, ¡en un tomo! Deprimido por el hurto bebí durante dos sexenios. Ese pasaje terminó cuando otro poeta, Santaclós Hugo Leonel del Río, me dijo ¿trago o libros? Era jefe de prensa de un gobernador norteño. ¿Libros?, pregunté ¿Por qué el plural? Entonces yo ahorraba para los tres tomos del diccionario de Corominas. No, era “El cuarteto de Alejandría”. La depre cedió en noventa y cinco por ciento.
Al Semillón 1 le dije fíjate querido Semillón que el robo no es mi especialidad, sino el magnicidio, pensando en Hitler, en los dictadores, en los oligarcas, etcétera. Pero este Semillón no es de esos. Lo sé. Ha sido víctima. Le acaban de robar su tarjeta de débito y una “usb” con sus canciones favoritas. Resolvimos en familia hacer una polla y reponerle sus exiguos ahorros.
“Enseñanza de vida” estuvo buena. Hora y media como antes. Menos es más. Sobre todo cuando pierdes a una mujer, diría el machista, sexista, “jijuesú”.





GARBANZOS DE A LIBRO

Ryszard Kapuscinski
Como ser humano y no como mito

El periodista polaco Arthur Domoslawski declaró que él sintió una gran simpatía por su colega Ryszard Kapuscinski (RK) porque ayudó a los lectores a que se entendieran los mecanismos del poder. RK descreía de que el poder tratara del progreso y del bien de la gente, “creía que el poder trata sólo del poder y punto”. Otra de sus contribuciones fue elevar el reportaje al nivel de la gran literatura. Le gustaba el reportaje y no la entrevista porque los políticos nunca dicen la verdad. Atestiguó revoluciones, dictaduras, golpes de estado y toda clase de rebeldías en América y Asia. Arthur Domoslawski, autor de la biografía “Kapuscinski non fiction” dijo que RK colaboró con el espionaje polaco mientras era corresponsal en América Latina, en “una época en que los servicios de inteligencia usaban a los escritores, científicos y artistas para obtener información”. Era un creyente del socialismo, agregó, pero cometió ese pecado que sólo entendió años después. Arthur dijo que su amigo no sería feliz leyendo el libro y tal vez se molestaría con él. Lo entrevistaron para El País.

LOS GARBANZOS
Al cumplirse diez años de la muerte de Fernando Benítez, quien dirigió el suplemento cultural de Siempre!, Carlos Fuentes recordó en un artículo una anécdota que Fernando Benítez contaba sobre él mismo. “Eres feo, hijo”, le había dicho su madre, “pero tienes cara de gente decente”... El Centro Cultural “Elena Garro”, con espacio para 200 mil libros, auditorio, dos aulas de capacitación (?) y cafetería sobre 900 metros cuadrados, podría ser inaugurado el 8 marzo del 2011, “Día internacional de la Mujer”, con un costo de 100 millones de pesos, informó la directora del Consejo para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar... Sobre la muerte de Carlos Montemayor (1947-2010), Daniel Sada dijo: “Me llama la atención que siempre fue un luchador social. Tal vez en los últimos años esa característica se acentuó, de hecho creo que él sacrificó mucho en aras de la lucha social y dejó su obra como en segundo lugar...” “Los chihuahuenses somos como los tarahumaras, cada uno en su loma”, decía Carlos Sotomayor, escribió José Vicente Anaya al recordar que los escritores chihuahuenses (Joaquín-Armando Chacón, Jesús Gardea, Víctor Hugo Rascón Banda, Ignacio Solares y el propio José Vicente Anaya) se habían conocido en el Distrito Federal.

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