23 de diciembre de 2009

TURBOCRÓNICAS
Si fueran normales estarían locos

Qué bueno que te gustó el texto sobre la lectura, Gonzalí. Eso me ha dado cierta seguridad para leerlo en público. Petunia le halló dos, tres gazapos y los corregí. Ella debe estar harta de mis mafufadas. Su trabajo de editora la profesionalizó. Está obligada a decir la verdad. De pronto es sañuda, y no espero otra cosa.

La inseguridad es buena en la escritura, dicen. ¿Para qué? No tiene chiste. Es decir consiguieron hacerme inseguro a cinturonazos y a punta de coscorrones en la adolescencia. ¿Por qué no serlo al escribir? Si lees una página redonda de tus autores consentidos te emocionas, pero te abates. ¿Cuándo podré crear algo así?, preguntas.

Mi texto pudo llamarse “Apuntes de un lector sobre la droga de la lectura y de cómo hacerse adicto”, y agregarle mil cuartillas. Debo contenerme. Imagínate la aversión de muchos con argumentos para no leer. Por ejemplo, ir a bordo de un vehículo caza-baches. Pero yo separo lo importante del diario y leo las notas más pequeñas.

Envidio a quienes tienen mucha vida interna. Si no leen, piensan. Pero ¿yo no pienso? Si tenemos sesenta mil pensamientos al día, quizá piense menos por leer ajeno. Lo prefiero a pensar... ¿en qué? Sólo urdiendo pensamientos portentosos como para, en lugar de crear historias, descubrir la cura de la calvicie o el té de viagra.
Debo ser selectivo.

En los años cincuenta, un peluquero, Braulio Requena, mataba el tiempo viendo pasar a la gente y actuaba como precursor de los “viene viene”. Lo malo no era su actitud ociosa, sino perder el tiempo observándolo. Leía un diario o revista y levantaba la vista cuando él, con voz rasposa, aunque amable, decía: ¡Ahí nomás, cochero! Quisiera recrear esa escena si llega la idea. Te abstienes de escribir tus ocurrencias completas si no recibes el impulso repentino con la orden y el latigazo para teclearlo.

Se trata del envión que catapulta a banqueros y a políticos transas, a los boxeadores para noquear al rival, a los guerreros para vencer al enemigo. Incluso a los ladrones si perpetran robos de alto riesgo. Primero la adrenalina y enseguida las endorfinas. ¿Cómo le hace la gente normal para vivir sin leer ni transar ni boxear ni robar? Si fueran normales estarían locos, dicen. Filósofos o psicólogos se encargarán de acuñar el neologismo en sustitución de “normal”.


GARBANZOS DE A LIBRO

Claudia Posadas
“Podría hacer uso
de la policía cibernética”


“Utilizaré el dinero para sobrevivir”, declaró Claudia Posadas, tras recibir el Premio Internacional de Poesía “Jaime Sabines por su poemario “Conoce los caminos”. Claudia Posadas dijo que estudiaba con abogados de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM) una demanda por difamación contra varios internautas que pusieron en tela de duda el cumplimiento de los requisitos para concursar en ese Premio. La denuncia se presentaría en la comandancia de la Policía Cibernética del Distrito Federal (gic@pgjdf.gob.mx). La autora dijo que los correos electrónicos en los cuales pretendieron descalificarla fueron enviados por colegas a los cuales sin duda la crisis los ha afectado. El premio está dotado de 100 mil pesos. La directora del Consejo Estatal para la Cultura de las Artes (Coneculta-Chiapas), Jane Guadalupe de la Cruz Palacios, entregó el premio y un diploma en la clausura del Tercer Encuentro Internacional de Escritores “Jaime Sabines”, efectuado en Chiapa de Corzo. Las conferencias y mesas del Encuentro fueron en el Centro Cultural “Jaime Sabines”, a cargo de Blanca Margarita Alegría, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, del 7 al 11 de diciembre.


LOS GARBANZOS
A propósito de los 50 años del fallecimiento de Alfonso Reyes (1889-1959), aparecerán los primeros tres tomos, de siete, de su diario personal, editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE). El libro “La experiencia literaria y otros ensayos” (Fundación Banco de Santander) con retratos, semblanzas, crónicas y cartas, seleccionadas por Jordi Gracia, será editado en España... Eva Gabrielsson, viuda del escritor noruego Stieg Larsson, rechazó la oferta de su suegro y de su cuñado de casi tres millones de dólares y formar parte de una empresa para manejar el legado del autor de la trilogía Millennium, de cuyos libros se han vendido 20 millones de ejemplares. Eva quiere manejar ella sola el legado... Antonio Muñoz Molina explicó que vive varios meses del año en Nueva York, porque le gusta poner distancia de España, donde “estamos muy apretaos” y que le desagrada ser un personaje público. Acaba de publicar “La noche de los tiempos” (Seix Barral), de 958 páginas. Trata de la guerra civil española y del exilio... Acuse de recibo: “Ciudad quebrada”, de Humberto Musacchio, editado por el gobierno del DF. En el prólogo, el autor escribe: “En medio de tan enorme desgracia (el terremoto de 1985), aquella sociedad decidió levantarse y se organizó papara el rescate de los sobrevivientes y para desenterrar a sus muertos”.

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