6 de septiembre de 2009

TURBOCRÓNICAS
Se venden epitafios
Por la realidad malhecha empecé a beber, querido maestro Raúl, y a escribir. Al principio fue un deseo y con el paso de los años necesidad apremiante. Escribir te aísla. Vives rodeado de tus personajes. Adecuas la realidad. Cuando consigues escribir noventa y nueve por ciento de lo planeado sientes un gozo inenarrable. Si Cara de niño decide mandar a la cárcel a los causantes cautivos, escribiría más y acaso mejor. Espero ser de los primeros para, como las bestezuelas, marcar mi territorio. Con tanto impuestos pagados exigiré “room service”.
Después de publicar mi séptimo mamotreto, “Morir de periodismo” (Axial) informo, a pedido tuyo, de que tengo casi listo un libro de relatos, cuyo título provisional, “Señoritas putas”, dudo de que sea aprobado. Le doy los penúltimos toques a mi octavo mamotreto. Ya tengo listos cincuenta por ciento del noveno y en treinta por ciento el último. Sin embargo hace un mes empecé e engendrar el que desplazará al último del décimo al undécimo sitio.
La temática es la misma. La libertad. Esa lucha del ser humano, mía en lo personal, para ser libre del todo. Imposible Así que ¿cómo sobrellevar esas cadenas invisibles aunque sujeten como si fueran reales? Será una búsqueda la vida entera. “Por fin libre”, podría ser mi divisa en la cárcel aunque sea un contrasentido, o para mi epitafio. Pero con la moda de las cremaciones, ¿dónde poner la inscripción? Le propondré a Hugo del Río un negocio de venta de urnas con mil posibles epitafios. Él está haciendo la lista de personas a quienes desea enviarles unos cuantos gramos de sus cenizas. ¿Qué tal las cenizas de veinte millones de peludos, de viejos y nuevos pobres, al jefe de la policía fiscal?
Da gusto que pienses escribir una historia de aventuras. Las leí gozoso durante la adolescencia. Para los chamacos de ahora es un imán, pero con un lenguaje moderno, de tal manera que no lo sientan ajeno. En plena época del lenguaje telegráfico el de reportero podría interesarles. Sin colesterol malo. Una aventura moderna, considero, es vivir en tu país capoteando a la llamada clase política, de derecha o de izquierda. Que el “resfrío” se convierta en “shock”, o te suelten a los furiosos perros negros de la policía fiscal. La ambición del político poderoso es la misma. El objetivo, ser nuevos ricos. Si cuando menos supieran vivir. Adolecen de equilibrio, de simetría, de sentido estético.


GARBANZOS DE A LIBRO

Eugenio Aguirre
Hidalgo, seductor y mujeriego,
reía del infierno y de los santos

El cura Miguel Hidalgo y Costilla era seductor y mujeriego y un blasfemo que se burlaba del infierno y de los santos, declaró el escritor Eugenio Aguirre (DF, 1944). Era una persona blanca, agregó, de ojos azules, alto y delgado gracias a su trabajo en el campo, lo cual echa por tierra la imagen que se tiene de él “de estampita” o de “esculturita de bronce”. El Padre de la Patria conocía a sus novias durante las presentaciones en su casa de obras de teatro Moliere y con una de ellas tuvo “dos de sus primeras hijas”. A juicio de Aguirre, Miguel Hidalgo y Costilla tuvo su parte oscura como fue que permitiera la matanza de españoles durante la Independencia, que le permitiera atrocidades al torero psicópata Joaquín Marroquín y que desoyera los consejos militares de Allende. Eugenio Aguirre acaba de publicar su novela “Hidalgo. Entre la virtud y el vicio” (Martínez Roca).

LOS GARBANZOS
La agente de escritores Carmen Balcells vaticinó que el libro electrónico le quitará el respeto que muchos le tienen a las bibliotecas y a las librerías, llegará a las aldeas, habrá más lectores y que los primeros beneficiados serán los estudiantes y los estudiosos, porque “es altamente cómodo y barato”... El mexicano Marco Lara y el español Frances Barata Villar acaban de publicar al alimón el libro “Nota (n) roja” (Debate), en cuyas páginas argumentan que la policiaca debiera llamarse página amarilla, por los datos inventados, por los adjetivos exagerados con que se redacta y por las violaciones a la ley que cometen... Ohran Pamuk, Nobel de Literatura 2006, inaugurará con una conferencia la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, del 28 de noviembre al 6 de diciembre... Acuse de recibo: “Duro de olvidar... me cae!, de Gustavo Gonzalí Mayoral, edición de autor con la ayuda del ayuntamiento de Tapachula que preside Ezequiel Orduña Morga. “Dejarse llevar por su texto gratifica”, escribe en la contraportada Enrique García Cuéllar, “y, además, reconforta, porque sabemos que no todo está perdido; nos queda nuestro pasado”. El libro “me hizo reflexionar, reír, me conmovió a ratos, me recordó mi infancia..”, escribe en el prólogo Víctor Manuel Camposeco. El libro reúne además en las solapas frases elogiosas de Omar Escamilla, Martha Vázquez Lacroix, Godofredo Rodríguez, Max Elnecavé Korish, Tana Barrientos Nettel y de MAC.

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