6 de mayo de 2014

FRAGMENTO 30

TURBOCRÓNICAS
FRAGMENTO 30
de “El último protomacho, creativo y perfeccionista, en el país de las colas sin fin y las narices de mango”, novela  de
MARCO AURELIO CARBALLO (MAC)
––El Trepa tiene razón ––dijo Papito Leo––. Hay endejos con aplomo, Elúdelos. Peligras. La madre prodiga cariño a sus críos y hace que reconozcan sus limitaciones.
Yo, pico de cera, lic. ––No conozco a esa esposa camionetuda del Trepa, dijo Papito Leo ––El aplomo, proviene de sus padres, clase media alta ––dijo Leo––. Forrada y querida, mamó decisión y falta de complejos. Pero, ni amor ni chunches de lujo la desaendejaron. No parecía y lo era… ¿Es o no perspicaz el Trepa?
 Murmuré algo para no comprometerme. ¿Ignoraba lo mal que me caía ese gran ca? Sí.
––La esposa le reclamó sus amoríos con una obrera ––dijo Leo. “Ese es su pex”, dijo el trepa. “Pero soy tu esposa”, dijo la esposa. “Ese es tu pex”, dijo el Trepa. “¡Y tú mi esposo!”. “Ese es mi pex”, dijo el Trepa, Ingenioso.
––Solo una cosa ––dijo Leo––. La parte despreciable de su yoísmo radica en que impide ejercer el mío, joder.
––El Trepa, un patanazo, lic., hablaba pestes de la mujer. “Ella bebe agua bendita y zurra ostias”, ––contaba, para hablar de su catolicismo o de sus formidables tripas.

Al escuchar de las limitaciones de la ex esposa del Trepamadres pensé en las mías. La limitación extrema que padecía yo era la de no hallarle la lidia al güey de Leo. Doña Juanita redujo al miura a su justa dimensión. El miura es el toro más bravo, dicen, ¿ajá? El que se enoja pierde, manita, me recordaba la doña, y tu viejo se enoja un montononón…
Siguiendo con las limitaciones, me pregunté si yo iba a poder con la narrativa. ¿Estaba mejor dotada para escribir poemas? Escribiré sobre mi experiencia… Si iba a cavilar en mis temas cavilaría en ese renglón, en el de mis experiencias, no en las imperfecciones que me atribuyera Leo. ¡Al diablo con sus teorías y agresiones!


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