4 de octubre de 2009

TURBOCRÓNICAS
Viñetas del estío

Integrados.- En el restaurante descubrí a una familia de raza oriental. El jefe desayunaba en silencio, de espaldas. La jefa le sonreía a sus dos hijas como de cuatro y seis años, una a su lado y la otra junto al padre. Ellas veían a derecha y a izquierda, y atrás. Parecen bien integrados, le dije a Petunia. ¿Por qué lo dices?, preguntó ella. Bebíamos café y leíamos. Porque los padres han pedido huevos rancheros, dije. Ah, mira qué observador. La mamá había capturado mi atención cuando llevó al baño a una de las niñas. Diosas mías, me dije. La mujer caminaba como supermodelo meneando un “derriere” del corte de Valeria Maza, o de Claudia Schiffer, contoneándose en la pasarela. Cuando volvieron, la niña grande le dijo algo a su mami guapa. “¡Ólale!”, exclamó la señora sonriéndole. Comprobado, le dije a Petunia. Se integraron del todo. Mi vieja siguió leyendo, ignorándome.
*
Maneras.- La cosa empieza con la señora de gafas de los tlacoyos, luego con la familia de los tamales de chile guajillo, el dueño rapado del puesto de periódicos, el señor de los tacos de canasta itinerante pues coloca su bici aquí y allá, los organilleros a la puerta del restaurante que le suben al volumen si niegas la diaria alcabala, el pelirrojo vigilante con su frijolito encajado en el oído, la chica barriendo la escalera idéntica a una de las Meninas de Velázquez pero en guapa, a la recepcionista trabalenguas, a la cajera incapaz de sonreír, a dos o tres meseras de mejor ver con trenzas y, luego de desayunarme, al señor de los baños, corrigiéndome siempre. Tardes, dice él, no días.
Así que cuando llego ante las chaparritas de las petacas y de los perfumes, cuchicheando de abortos, pregunto si ahí pago el teléfono. Una con cabellos de puerco espín contesta buenos días, frunciendo la boca. A las doce meridiano, le digo a la otra de casquete de pelo negro, la de los perfumes, estoy harto de saludar medio mundo. Además ni modo de decirles buenas doce meridiano... Es que hay unos clientes mal educados, dijo Casquete Negro. Lo peor es estar bebiendo el café, le dije, y que alguien bostece sin cubrirse la boca. Me repugna ver muelas con residuos de molletes y no soporto las caras de chango. Bueno, dijo la empleada del Sanborns de Coyoacán, no es por justificarlos pero algunos compañeros llegan aquí a las cinco de la mañana. No me refiero a ellos, sino a los clientes. Casquete negro enmudeció.



GARBANZOS DE A LIBRO

Martín Amis
Los gobiernos son como gánsteres:
no quieren la verdad, quieren respeto

El escritor inglés Martin Amis (58 años) declaró que los gobiernos están cada vez más sensibles con su historia y obsesionados con su imagen. “Son como gánsteres”, dijo, “no quieren la verdad, quieren respeto”. Agregó que la literatura está ya bastante politizada, pero “escribir sobre política es como entrar en un río de pirañas”, y precisó: “La literatura es un juego. La política es la batalla de verdad”. Sin embargo rechazó que fuera un disidente. “Sólo aplico el sentido común que se ha vuelto subversivo”. Respecto a Afganistán, por ejemplo, dijo que sería un error abandonar ese país, aunque se perdió una oportunidad. “Con los talibanes derrotados era el momento de construir escuelas y hospitales”, comentó. “Nadie lo hizo”. Martin Amis acaba de publicar “El segundo avión” (Anagrama), artículos sobre el 11-S. “La viuda embarazada”, novela, aparecerá en el 2010 y trata sobre la revolución sexual de los años 70. Lo entrevistaron para El País.

LOS GARBANZOS
Isabel Allende (67 años) sigue en la promoción de su novela “La isla bajo el mar” (Plaza y Janés): “Soy intrusa, dominante, curiosa, habladora, indiscreta, impertinente... Le haría magia negra a todos los torturadores y enseguida a los banqueros... Después de los sesenta da igual que tengas caderas o no tengas. Ya eres invisible. Podrías andar en pelota en la calle y nadie te va a mirar...” Habla el escritor cubano Leonardo Padura (54 años): “Cuba trató desde el principio de crear su propio modelo, y en buena medida lo logró. Sólo así se entiende que haya desaparecido el socialismo soviético y que Cuba, sola y con el embargo norteamericano, haya mantenido su estructura política y social”. Leonardo Padura acaba de publicar su novela “El hombre que amaba a los perros” (Tusquets), que trata de la muerte de Trotsky a manos de Ramón Mercader... “La cultura pop aplicada en política (que prevalezca la imagen por encima de todo), es horrible”, declaró el escritor italiano Claudio Magrís (1939, Trieste), autor de “El Danubio azul”... Acuse de recibo: “Arbolaria”, de Wilber Sánchez, editado por Coneculta-Chiapas. Son 25 textos narrativos. “Variadas hojas tiene este arbolario: las del relato fantástico y el divertimento, las del aforismo y la greguería, y en medio una emergente voz literaria que con originalidad y buen tino entrecruza emotividad, humor e ironía”.

2 comentarios:

  1. Seguimos leyéndolo con el mismo entusiasmo. El dia de hoy pude verlo en las fotos publicadas en Diario del Sur, en la presentación del libro de Gonzalí que me perdí por cuestiones laborales. Y Hoy que fui a la mesa redonda he vuelto a preguntar por Ud, y veo que su mesa, la del rincón, esta abandonada. Siempre que se que estará por aca en la tierruca, me doy una vuelta por la mesa, pero pienso que ya no muy va como antes...

    De todas formas un saludo, para MAC (Maestro en el Arte de Contar).


    Dr JJ Estrada.

    www.jjei.blogspot.com

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  2. Ah, qué doctor. ¿Cuál es su especialidad? Aparte de buen catador de textos, je je.
    Sigo yendo a La Mesa con la suerte de que a veces la mesa rinconera está ocupada. Dicen que hable para que la aparten. No me gusta hacerle eso a los parroquianos. Lo he padecido en el DF y me parece una mamonería, del cliente si es el caso o del sitio si es un truco ya viejo. Algo así como nos reservamos el derecho de ceder estas mesas, las mejores. Procuro seguir la práctica de mi amigo, el contador Guillermo Esquinca Ballinas: Una hora o cien pesos. Ahora creo que gasto menos porque no puedo beber tanta agua mineral, aparte de que es asqueroso combinarlo con la botana. Por el agua no por la botana. Pero aquí le paro... Si empiezo ya no puedo detenerme. Si empiezo a beber y a escribir. Saludos, MAC.

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