14 de diciembre de 2011

TURBOCRÓNICAS



La dudosa fama
Las novelas se escriben gracias a la asociación de ideas y no por una poderosa memoria o a una imaginación desaforada, decía el desaparecido Roberto Bolaño, autor de “Los detectives salvajes”. Truman Capote le contó sus experiencias homosexuales a Marlon Brando y este cayó en la trampa y contó alguna suya y el autor de “A sangre fría” reveló el episodio al publicar la entrevista y Marlon Brando se la juró bien jurada. Truman Capote murió primero sin reencontrarse con el actor. Por eso cuando Henry Montagne escuchó en un restaurante de plástico que aparecer en la portada o en la contraportada de La Prensa redituaba una fama de índole dudosa, como víctima o victimario, recordó al tío homicida.
El tío había matado a tiros a un Sancho porque, cínico, éste le reveló que era novio de la esposa. Qué novio ni que la tostada, amante. Pero ¿cómo? A Sancho se le hizo fácil, ebrio, contárselo al marido. Se sintió Casanova o don Juan de barriada o de mercado. Es como el trago hace sentirse a supermanes, por ejemplo,  a quienes se lanzan al vacío desde la azotea bien zocotropos sin planear siquiera antes de estrellarse en el pavimento.
Los disparos habían sido en defensa propia, según demostró el abogado del tío de Henry Montagne. El rival en amores iba y venía por la vida con un fulgurante cuchillo de carnicero. Así que el victimario estuvo tras las rejas sólo un año. Desde luego, la mancornadora quedó desterrada de la vida del esposo y del negocio.
¿El negocio? Sí porque ambos contrincantes poseían locales de embutidos y de carnes frías en el mercado de la colonia. El local de uno junto al local del otro. ¿Se había metido la señora con la competencia? Metida y bien metida. ¿Le preguntaron al tío qué le había indignado más, si la traición conyugal o la traición con el competidor? Ella ni siquiera escogió para sus retozos extramatrimoniales al compa de los chiles diversos.
Henry Montagne, acaso como Marlon Brandon, había hablado demás, debió de pensar. Frente a él tenía ya unos huevos revueltos amarillo pollito y un huarache aséptico asado, no frito en manteca, cual debe ser, y frijolitos no leaunque de lata y de ese queso como de harina, espolvoreado. Lo peor para el tío fue aparecer en la contraportada de La Prensa y su foto en medio del trazo de un triángulo simbólico. Si la esposa hubiera estado junto al ebrio competidor, el tío, ¡Bang!, ¡Bang!, hubiera tenido portada.



GARBANZOS DE A LIBRO
Francisco Segovia
De cómo, con tres llamadas,
Alfonso Reyes lo borró por… dos años

Habla el poeta Francisco Segovia (2011): “Justo cuando entré a la ‘Revista Mexicana de Literatura’ había estado excluido de la literatura mexicana por un par de años, porque Alfonso Reyes decidió anamatizarme. Me excluyeron durante dos años enteros. Hicieron sin mí la ‘Revista Mexicana de Literatura’. Mi generación ––por eso digo que yo no tengo generación––, era esa pero yo no estaba. Eran Carlos Fuentes, Jaime García Terrés, Emmanuel Carballo, Fernando Benítez, Tito Monterroso. En fin, era la generación de los cincuenta o bien un poco antes. Escribí un artículo sobre un libro de Reyes que no le gustó y entonces cogió el teléfono. Fue sobre ‘Trayectoria de Goethe’. Hizo tres llamadas y yo estaba ya borrado para siempre”. La entrevista publicada en La Jornada Semanal es de Raúl Olvera Mijares.

LOS GARBANZOS
Paco Taibo II declaró que intelectuales y artistas trabajan en la conformación de Morena Cultural, como parte del movimiento en favor de Andrés Manuel López Obrador, candidato de las izquierdas a la presidencia de la República. Taibo II acaba de presentar su libro “Tony Guiteras, un hombre guapo y otros personajes singulares de la revolución cubana de 1933”, (Planeta)… “Fue un episodio (la guerra civil española) que no debía haberse producido, a mi generación se le hizo una putada”, declaró el poeta y narrador español Juan Eduardo Zúñiga (82 años) al publicar “Largo noviembre de Madrid” (Galaxia Gutemberg/Círculo de Lectores), “y no distingo bandos políticos, fuimos heridos para siempre”… El rector José Narro ratificó a Sealtiel Alatriste en la coordinación de Difusión Cultural de la UNAM. Ex director de Literatura, acaba de publicar su novela “Ensayo de la ilusión” (Alfaguara)… Dos acuses de recibo: 1) El Búho, que dirige René Avilés Fabila, número 134. “Con este número de El Búho, correspondiente a diciembre del 2011, dejamos de aparecer en forma impresa para convertirnos en una revista más en Internet”, se lee en el editorial. “Por trece años la sostuvimos, a veces con alguna publicidad generosa que provenía más de amigos que de instituciones, casi siempre con nuestros recursos. Nuestra peor desgracia fue la de vivir bajo dos gobiernos panistas y dos, en el DF, perredistas”. Y concluye: “Nos vemos en Internet: www.revistaelbuho.com”… 2) “Con la máquina al hombro”, de Manuel Mejido (Siglo Veintiuno Editores), enviado por el licenciado Julio Camelo Martínez. “El periodismo heroico se hacía en el mundo, especialmente entre 1940 y la caída del Muro de Berlín en 1989”, se lee en la contraportada. “Representa una era en la que los reporteros tenían que desplegar inteligencia, audacia y valor para cumplir con sus cometidos, lo mismo en la selva que en el salón de recepciones; igual en una guerra que en la conferencia de paz”.








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