Presentación DE la novela “Ultimas Noticias”. De Marco
Aurelio Carballo
14 de diciembre de 2011. CC Sabines.- TGZ.
Oscar Palacios
Hay que decirlo, Marco Aurelio Carballo siempre me sorprende,
Hoy nos reunimos para comentar antes ustedes cuatro textos de su autoría. Es
fácil decirlo y sé que es la otra historia no contada es editarlos. Es un autor
fecundo y creador, diría el clásico y no por ello nos enfrentamos a una prosa
deshilachada, sino al resumen de la solidez intelectual, al difícil manejo del
lenguaje., a la madurez que no es
otra cosa, tratándose de escritores que se respeten, de la obsesión por la
palabra y su significado exacto, pulcro.
MAC viene de las aulas del periodismo que se construye
en las redacciones, Aprendió algo que es sustancial si la historia personal
deviene en la literatura. Aprendió a observar, a leer entre líneas, a captar
las actitudes, gestos, pasiones, tonterías, genialidades de los que más
adelante serían sus personajes. Sabe, como dicen los que saben, que el
periodismo es la historia del presente y la literatura el periodismo del
pasado. Ese acercamiento entre la realidad y la fantasía. Donde se explora la
palabra que es exploración del mundo.
Conozco casi toda la obra—el casi es porque me faltan
“De Quijotes y Dulcineas” y la “Biblia del Narrador”—de Carballo. Ahora me
enfrenté a Ultimas Noticias, novela ganadora el Premio Nacional “Luis Arturo
Ramos”, en Veracruz y fue todo un divertimento por el humor negro, sarcástico
del autor y en especial, porque esta lectura me llevó a la nostalgia de los
tiempos idos en la ciudad de México, a mediados de los sesentas uuff, del siglo
pasado. de la cual hoy no queda ni sombra: cabarets, casas de citas, cantinas de
prosapia, hoteles que para mi todos son de paso y sobre todo, una bien tejida
historia de amor.
Del periódico vespertino Ultimas Noticias sólo
recuerdo sus grandes y escandalosos titulares de primera plana. Pero, ¿No
estaré confundiéndolo con La Prensa, el más amarillista de los periódicos que
he conocido? Ya ven que vivimos el tiempo de las confusiones literarias y
autorales. En fin, que compraba el ya mencionado vespertino sólo para ver las
páginas interiores y saber de los horarios de las películas, de las obras de
teatro, de los espectáculos en general y especialmente saber si en alguna
presentación de libros o muestra plástica habría coctel. La crisis permanente
de un estudiante viene desde la prehistoria.
En el libro que hoy nos ocupa encontrarán, les decía,
una bella historia de amor, La Niña y el periodista. Ese joven recién bajado—a tamborazos o a
guantazos, no sé-- del cerro de la selva del soconusco que fue en busca, como
otros tantos, del sueño chilango, la todopoderosa capital de la república. Entre
sus páginas se entrecruzan los momentos de la intimidad de la pareja, las
emociones encontradas en este oficio de tinta y papel. de tantas luces y sombras, donde hay
que trabajar duro para crecer,
para alcanzar la primera plana y llegar a la meca periodística de aquel
entonces, Excelsior, el matutino más importante de aquellos ayeres, antes de
que en Echeverría les diera el golpe traidor.
En este texto Marco Aurelio logra el abrazo feliz
entre el periodismo y la literatura. Los años de oficiante permean. Y es que en
literatura se busca, se sueña, se divaga
y nos hace comprender que no sólo el mundo del escritor está lleno de
sutilezas y belleza, sino que permite al lector una nueva búsqueda interior.
Quizá por eso el escritor y periodista italiano Alberto Moravía decía que “todo
escritor contemporáneo debe pasar por el periodismo” MAC, por cierto, omnívoro lector que además nos guía por sus
lecturas favoritas, logra sublimar sus demonios y traslada sus amores errados,
los sui generis temperamentos de sus compañeros reporteros y aunque es un duro
que no baila, deja entrever una lánguida ternura y de paso nos enseña cómo se
escribe una historia de muchas historias, con sencillez pero con las mejores
técnicas narrativas.
Espero que los compañeros periodistas, los estudiantes
de comunicación, de literatura, se
acerquen a este texto que más que una lección de periodismo nos da una lección
de vida. Este breve comentario no es más que un acercamiento a su contenido. Ya
sabemos que cada lector percibe según sus propias emociones, su entorno, su
bagaje cultural. Sólo agregaría que no saldrán defraudados.
Enhorabuena MAC
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