4 de marzo de 2014

FRAGMENTO 22


FRAGMENTO 22
de “El último protomacho, creativo y perfeccionista, en el país de las colas sin fin y las narices de mango”, novela  de
MARCO AURELIO CARBALLO (MAC)


Alba Lilia y Yolanda me invitaron a nadar, pero estaba ahíta con dos picadas de abundante queso fresco y exquisita salsa verde. Además hubiera sentido vergüenza de mi gastado traje de baño. Ellas ocuparon camastros en torno a la alberca. Vi cómo se pusieron “una al a otra”,  el bronceador. Una, Alba Lilia, morena clara, y la otra, Yolanda, de piel más clara. No como el padre, Papito Leo, moreno casi prieto. El sol estaba tierno. El clima, templado.
“Qué flacas veo a tus hijas…”, dijo Leo. “Necesitan doble dosis de picadas, las canijas, en el sentido exacto de la palabra.
Alba Lilia se veía alta porque era delgada, lic, y Yolanda menos alta y llenita, de tez clara. No se parecen ni al padre ni a la madre.
La atmósfera veracruzana animó a Leo a hablar de su época de papelerito. Entonces fue también un triunfador. Superaba en todo a sus primos. Nunca jamás perdió dinero vendiendo periódicos. El tío era un canalla ebrio y, entre comillas, madreador de viejas.

El primer día en Córdoba, lic, fuimos a los portales a comer y nos sentamos a una mesa en la terraza, según llama la Rott a esa sección sobre las banquetas. Él pidió mojarras y el primero de cinco menyules, preparado con ron y yerbabuena, creo. Dos mojarras. Tres cubas. Café y pastel de tres leches. Las hijas, hamburguesas. Yo, ensalada.
“No seas mensa”, dijo él. “En provincia no lavan bien la verdura. Pide mojarra. Aquí están frescas”.
¿Fresca la mojarra frita? Ni caso le hice.

Leo iba a media mojarra cuando se instalaron en la banqueta tres marimberos y la marimba. De traje negro, camisa blanca y corbata roja. Edad madura. Rostros morenos. Espaldas encorvadas. En la primera pieza musical, descarnando su mojarra con el tenedor. absorto y salivando, Leo pegó un respingo. Las tres nos pusimos alerta. ¿Le habían servido mojarra tilapia y no tenguacaya al gran conocedor? De inmediato se dirigió al capitán de meseros y luego a los de la marimba.

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