TURBOCRÓNICA
LA MUSA REDONDA
MARCO AURELIO CARBALLO
Estimado
Óscar Palacios: Solo para agradecerte la organización de mi “numerito” del
Festival Fray Matías de Córdova efectuado en la Tierruca. Todo bien. Reiteré mis
dudas de que los homenajes sean en vida. Me convencía, en sentido contrario, el argumento según el cual, ya RIP, el
interfecto carece de oportunidad para traicionar sus ideales o ideario estético.
También aproveché para: Primero, que mis amigos no me den por muerto… todavía…,
como corrió el rumor, y, segundo, para agradecerles su empeño en hacerme
profeta en mi tierra. Con el riesgo de omitir a alguien, ellos son: Ricardo
Ortega Camberos, Ricardo del Muro, Mario Ruiz Redondo, Omar Escamilla, Enrique
García Cuéllar, Gustavo Gonzalí Mayoral, Alberto Carbot, Julio Derbez del Pino.
quienes han publicado allá mis textos en periódicos a su cargo.
Te informo que ya acepté colocar el diploma de mi participación
en el Festival, en un muro de La Mesa Redonda. Como tú sabes, nuestro amigo
Gerardo Pensamiento creó la Fundación Cultural Soconusco y no sólo presentó
libros, sino convirtió la cervecería de don Pablo Solares, ahora de su hijo
Francisco, en un santuario artístico. Con
el primer libro, “La novela de Betoven”, cuentos de mi alter ego MAC, las
puertas quedaron abiertas para las mujeres. Ellas entraban pues iban por
cervezas y botana para sus respectivos maridos, o esperaban afuera, mientras
ellos bebían y botaneaban.
Para mí y para un grupo de parroquianos, la Mesa fue un
santuario artístico, donde leías y organizabas tertulias civilizadas de
intercambio artístico. En lo personal, ahí se me ocurrieron relatos y crónicas
y turbocrónicas. Es decir, para mí era y sigue siendo “La Musa Redonda” y por
eso cedí para sus muros aquel diploma, que se agregará a las placas tanto de
mis libros presentados ahí como de los presentados por otros colegas. Saludos y
abrazos y mi agradecimiento para ti y para el director general de Coneculta-Chiapas,
Juan Carlos Cal y Mayor.
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