1 de marzo de 2009

TURBOCRÓNICAS
Tiran línea en dólares

Espero la publicación de la biografía con ventajas para ti, estimado Raúl. El adelanto en “efe” a cuenta de regalías es la clave. Pero el asunto funciona con un producto, valga la palabreja, que garantice las ventas. No es lo mismo una biografía sobre Carlos Fuentes que “Historieta de la carmelita descalza que engatusó a Feldespato el cándido y otros relatos" (UAS), por mencionar un título mío harto desconocido.

En una editorial, me ofrecieron cinco mil varos por “Manual del narrador. Claves para aprender a escribir”, o te esperas a que se venda el libro y te pagamos al año. Me la juego, pensé, no obstante la suerte del Águila Negra. Él había ido al Fondo de Cultura Económica (FCE) por un cheque de ciento veintinueve pesos por regalías ¡de varios libros!

El mío se vendió. Había sido “best seller” ese año en la FIL, como puede serlo en un país donde se lee medio libro al año en promedio, o uno y medio. Pero cambiaron al editor y cuando pedí cuentas ¡yo les debía! Ojalá te vaya mucho mejor en Europa, aunque África empiece en España, para los franceses.

Aquí el gobierno del DF va a comprarme tres cuentos para un libro de esos de obsequio, ahora en hospitales. Perplejo, pensé ¿cuáles cuentos? No los escribo hace años. Aunque, irresponsable, publiqué seis libros de relatos, mientras Juan Rulfo uno sólo. Pasé de la poesía al cuento y del cuento a la crónica. No sé si haya algo más acá en orden descendente de importancia. ¿El artículo? ¿Cuándo se ha visto a un reportero con capacidad de análisis? Hay excepciones, pero no soy de ésos.

Ahora los artículos son de opinión y de análisis. Así que podría aprender a escribirlos de opinión en uno o dos sexenios. Musacchio, el enciclopedista, dice que esas subdivisiones han sido inventadas por los profesores de periodismo para impartir mayor número de clases. ¿El profesor ganará menos por hora impartida que el articulista por texto?

Lo importante es el tecleo. Lo sé. Aunque te juro que no siento ganas de decirle a la clase política cómo debe hacer su trabajo. Igual cuando veo (sin leerlo) un artículo de ellos tirando línea a los descerebrados no sé si despreciarlos un punto más o vomitar. Publican y aparte de todo cobran en “dóllares”.

GARBANZOS DE A LIBRO

Jorge López Páez
“Nadie me quita los sueños
con la Lotería, aunque no gane”

Jorge López Páez (Huatusco, Veracruz, 1922), que obtuvo el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2008 en la rama de literatura, declaró que durante treinta años dio un taller de escritura en la UNAM. Con el pago que recibía compraba series de la Lotería Nacional. “Una vez me gané 2,400 pesos”, reveló. “Es todo. Pero los días que paso, pensando en qué puedo o no hacer, desde que compro el billete hasta el sorteo, a quién ayudar, nadie me lo quita”. Jorge López Páez recibió de la UNAM una medalla y un pago extraordinario de mil pesos, el doble de su salario habitual. Acaba de terminar su novela “A huevo, Kuala Lumpur” y se prepara a escribir un nuevo cuento. Estudió en el DF desde los trece años luego de que asesinaron a su padre, sin que haya sabido si por un pleito de tierras o por lío de faldas. Se graduó de abogado en la UNAM. Trabajó en la burocracia y sus mejores años, 18, fueron en el Comité de Acción Editorial de la Organización de Estados Americanos (OEA), aunque lo acusaron de “imperialista”. Lo entrevistó Silvia Isabel Gámez para el Reforma.

LOS GARBANZOS
Al recibir el Premio Joaquín Antonio Peñalosa al mérito editorial, Víctor Roura, jefe de la sección de Cultura de El Financiero, denunció que esa área del periodismo está “amenazado hoy en día por el desprecio o la indiferencia de los propietarios de la mayoría de los grandes medios de comunicación”. Con una bolsa de 150 mil pesos, Roura recibirá el premio en el Festival Internacional de Literatura “Letras en San Luis”, que se efectuará del 19 al 22 de mayo” en la capital potosina… El escritor portugués Antonio Lobo Antúnes anunció que en cuanto termine la novela en que trabaja escribirá otra más y será la última. “Se acabaron las novelas y las crónicas”, comentó, “todo, no publico nada más”… A propósito de haber obtenido el Premio Novela de Primavera con su libro “La sombra de lo que fuimos” (Espasa-Calpe), el escritor chileno Luis Sepúlveda (Chile, 1949), dijo que con la dictadura militar en su país les robaron “el tiempo y la juventud”. Agregó que las historias que le interesan, y que aparecen en el libro, “son las de los perdedores”. Luis Sepúlveda es autor de “El viejo que leía novelas de amor”, traducida a 70 idiomas.




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