Dónde amueblarse la mente
Entonces, atento en el radio
al porcentaje de bateo de Beto Ávila y a los combates de Kid Chocolate y de Joe
Luis y cuando empezabas a poner atención a las canciones de Pedro Infante,
escuchabas en casa que si no concluías la secundaria quedarías ponchado o KO,
porque ibas a trabajar vendiendo mercancía detrás de equis mostrador con un
sueldo miserable. Para “puestos” de mayor importancia, necesitabas la prepa. ¿Y
dónde emplearse de preparatoriano? En la radio como el Bachiller Gálvez y
Fuentes, decían. Lo ideal era viajar al DF a hacer una carrera. Para mí
significó huir de la influencia dictatorial del Ogro.
El Ogro era mi padre y huí
dos veces de él. Una en la primaria y otra en la secundaria. Hasta entender que
podía salir de casa a pleno sol, incluso con una mesada, la mitad del salario
mínimo en 1962. Así formé parte de la promoción 1959-1961 de la Escuela
Secundaria, Preparatoria y Normal “Miguel Alemán Valdés”. Como no había
universidad en el Soconusco (ahora hay media docena), resolví estudiar economía
en la UNAM a causa de la ventolera de convertirme en guerrillero. No para
derrocar al gobierno sino para tener experiencias y escribirlas. Como nadie me
invitó, renuncié, aburrido, en tercer año y también el Ogro al suspenderme la
mensualidad. Quien sabe cómo sobreviví sin sueldo el año que fui ayudante del
ayudante del reportero de policía en un diario. Ya de corresponsal en España me
replanteé la vocación original y ahora trato de combinar los oficios de
reportero y de narrador.
Truman Capote hizo algo así
como sólo la secundaria y Ernest Hemingway el equivalente a la prepa.
Fitzgerald fue más allá. Desde luego no propongo nomás nueve años o doce de
escuela. Nunca se deja el estudio ni de sobarse el lomo, decían en el siglo XX,
para sumar el oficio a la profesión. Pero, vamos, mínimo la prepa. Aunque haya tanto
licenciados taxistas por mala suerte o por falta de vocación para la
licenciatura, como servipoderosos sin prepa. Es un error creer que el
autodidacto no estudia. ¿Dirán ahora haz el doctorado o terminarás de taxista? Con
todo respeto para los taxistas… Este 2012, mi querida prepa cumple 93 años, rebautizada,
bien, como Escuela Preparatoria Tapachula. Aparte de amueblarme la mente me
procuró la amistad imperecedera de una docena de profesionistas, incluida la
del contador Guillermo Esquinca Ballinas quien me sugirió el tema.
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