23 de agosto de 2009

TURBOCRÓNICAS
Confieso que vi el partido

Ese día sentí excitado el ambiente en la urbe, como se ve la carretera a medio día, el aire vibrante sobre el asfalto. Pregunté y, cosa extraña, mis hijos respondieron. Se arrebataron la palabra para explicar la trascendencia del partido. No era para tanto, me dije. Recordé a Sándor Márai, el escritor húngaro. Aconseja en “Confesiones de un burgués” (Salamandra) tener vivencias y experiencias sin involucrarse. Hay el riesgo de terminar mal como numerosos escritores que utilizaron el pretexto de conocer la condición humana en situaciones límite. ¿Por qué no ver, sin aspavientos, la contienda que exacerbaba el xenófobo patriotismo a la mexicana?

Pero uno de mis críos tenía examen extra de química porque lo reprobaron, reivindicando la tradición paterna. El otro, que sigue la materna, debía asistir a clase en la facultad de física. Le asignaron al turno vespertino por la mala suerte paterna. Petunia estaba concentrada revisando unos papeles del fisco, cuyo chocante guía catastrofista nos intimida con un shock en lo general y a mí con tres multas en lo particular. Atento a las experiencias de mi suegra por Acapulco el primer tiempo transcurrió con el aparato sin sonido. Es decir, perdí el primer gol.

Los cronistas no se limitan a narrar el partido, advertí, bien cómodo para el segundo tiempo. Dicen al aire cómo dirigir los equipos y conocen mejor a los jugadores, con fallas y aciertos, que el entrenador, la novia y sus respectivas cabecitas blancas. Les importa un diputado el teleadicto. Gio intentó el gol tres veces con demasiadas ganas. De reojo he leído que el muchacho está enamorado de la cantante Belinda. Se trabaja mejor enamorado, dicen. Pero amar conturba. Él moría por llevarse el antebrazo a la frente, la “Gioseñal” para su chica.

El gringo aquel tumbado en el zacate y que no se dejaba ayudar parecía molesto. Los locutores, concentrados en dar cátedra, trataron el caso con indiferencia. Este villamelón debió leer el diario para enterarse de que el bribonzuelo estaba haciendo tiempo. Cuando Sabah metió el segundo gol sentí el espíritu de un fanático posesionándose de mi alma sedentaria. Si no bailé fue porque pude someterlo y porque los duros no bailan. Sándor Márai tenía razón. Pero ¿por qué se suicidó? No será que tomó la vida demasiado a pecho ¿o no quiso involucrarse en nada, como Gio con su primer amor?


GARBANZOS DE A LIBRO

Stieg Larsson
Millonarias ventas de una trilogía
de novela negra de autor sueco

Stieg Larsson (1954-2004) era un periodista y escritor sueco empeñado en escribir tres novelas negras que podrían ser cuatro, en un tiempo récord. Para ello bebía grandes cantidades de café y fumaba cigarrillo tras cigarrillo. Cuando regresaba de contratar el primer título, “Los hombres que no amaban a las mujeres”, tuvo que subir a su oficina por las escaleras porque el elevador estaba descompuesto. Le dio un infarto y murió. Ese primer tomo de la serie, llamada Milenium, ha vendido 3.5 millones de ejemplares en 40 ediciones. El noviembre del 2008 salió el segundo, “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina” y el tercero, “La reina en el palacio de las corrientes de aire”, en junio. La editora de Planeta, Silvia Sesé, informó de que podría haber un cuarto volumen terminado en 60 por ciento.

LOS GARBANZOS
Gerardo de la Torre (71 años) ganó con su novela “Nieve sobre Oaxaca” el Premio de Novela Corta Rosario Castellanos 2009, que publicará Coneculta-Chiapas. A propósito declaró: “Hay un personaje que sueña con una nevada en Oaxaca. Ése es el centro de la novela. Incidentalmente hay algunos asesinatos en cuya investigación participa el personaje, un profesor jubilado”... “Antes el malo siempre iba a prisión, como en Agatha Christie”, declaró la escritora de novela negra Donna León (Nueva Jersey, 1942). “Hoy sin embargo a menudo el malo es descubierto aunque no castigado. Los grandes no van a la cárcel, los pequeños sí”. Acaba de publicar “La otra cara de la verdad”... El escritor norteamericano Thomas Pynchon (72 años) desconcertó a sus seguidores al publicar una novela, “Vicio innato”, la historia de un detective jipi, arfgumento lineal y claro, en cuyas páginas abundan el sexo, las drogas y el rock... La escritora Bárbara Jacobs dijo que su vocación de ser médica se acabó al presenciar la primera autopsia. Regaló su estetoscopio y su bata y compró cuadernos para escribir poesía. Habló en la presentación de la revista Blanco Móvil, del segundo trimestre de este año, que dirige Eduardo Mosches... Arturo Azuela (71 años) informó de que su libro “Desde Xaulín: Historia de la ruta de Goya”, que le llevó 15 años escribir es “una de las grandes satisfacciones de mi vida, un libro de madurez”. Con ese trabajo obtuvo también su doctorado en sociología por la Universidad de Zaragoza.

2 comentarios:

  1. Ya no recuerdo si fue en alguno de tus textos que leí el asunto sobre los escritos que uno hubiera querido redactar, o si fue alguna de nuestras pláticas alcoholizadas sobre escritores que narran pasajes que alguno de los lectores vivió tal cual, con punto y coma. O tal vez sólo lo soñé en alguna ocasión, cuyo registro se pierde en el túnel del tiempo.
    El caso es que de niño, y quizá por haber sido un lector precoz, en época navideña siempre soñaba y deseaba que nevara en mi terruño, cuando aún vivíamos frente a tu casa paterna, aquella hecha de tabla y pintada de verde. Yo corría por los patios de las cuarterías de otate, propiedad de de tu paisana en segundo grado, la oaxaqueña doña Isolina y su esposo don Pule, ambos comerciantes.
    Fue al cumplir los 10 años de edad que entendí que en Tapachula jamás iba a nevar por caprichos de la geografía en donde me tocó vivir.
    Aquella fantasía infantil parece que se hará realidad ahora que me acerco a la senectud, gracias al desastre causado por nuestra raza y que han dado en llamar "cambio climático". Tal vez no lo alcance a ver, por aquello de los excesos -como tu conocido húngaro-, pero quizá mis nietos, ya hombres, salgan corriendo del DFectuoso por los "golpes" de calor y se vayan a esquiar al Tacaná. Cómo me gustaría verlo.
    Saludos
    El Condel del Soconusco

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  2. Conde: Acabo de enterarme de que Gerardo de la Torre ganó el premio de novela breve chiapaneco, en cuyas páginas se trata algo semejante a lo que tú soñabas. Habrá que leer la historia del maestro De la Torre.Lo editará Coneculta-Chiapas. Haz tu pedido. Descreo de que tengas problemas con la crisis, siendo lo que eres, un conde.A menos que pertenezcas a la aristocracia decadente. De haber sido un Ronaldo o un Messi tendrías resuelto el problema este año con 10 millones de euros. Saludos: El Flaco de la Costa y de la Selva. Par de mamones.

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