TURBOCRÓNICAS
Nombres de artista
Todo empezó, querido maestro Dámaso Murúa, por mi curiosidad ante el uso de los seudónimos. Me intrigan, despiertan mi curiosidad. Quizá porque en periodismo son mal vistos, pues lo escrito adquiere rango casi casi de anónimo. En narrativa se dan casos. Antes del movimiento feminista, mujeres inglesas publicaron su nombre con siglas para que el lector los creyera varones, como tú sabes. Incluso la Rowling empezó a firmar la saga de Harry Potter, con el JK previo.
Cierta vez cometí la rancherada de acaparar la charla de cuatro a la mesa, presente un articulista mexicano nacido en España, adicto a los seudónimos. Era mi oportunidad para descubrir por qué un periodista los emplea. Cuando llegué a aquel changarro todos bebían mezcal. Pedí lo mismo. De recién nacido, me habían dado biberones con mezcal de pechuga.
A otro invitado no le enfadó que acaparáramos la charla sino que, para no ser tan rústico, yo evocara una fiesta suya. Cuando llegué a su apartamento, platiqué, todos estaban sentados en el suelo fumando mota. El periodista de los seudónimos había sido profesor de mi amigo y ex colega, entonces embajador en la tierra de James Joyce y de John Banville. Ya te imaginarás, Dámaso. El embajador se quejó con el otro comensal, René Avilés Fabila, de que yo me había portado políticamente incorrecto al revelar su adicción a la yerba. Tardaría poco en vengarse.
Aquel periodista me dio explicaciones sobre el uso de los seudónimos, pero a la mañana siguiente no recordaba una. Al principio creí que el mezcal me había destruido buen ramillete de neuronas. Pero conforme ha pasado el tiempo creo que ninguna explicación me satisfizo.
Hay quienes llevan nombre de artista como lo es el de Dámaso Murúa, cuyo apellido significa muralla en vasco, según me has ilustrado. El mío significa Roble uno y Lobo el otro (López). Si naces artista y llevas un nombre vulgar, te lo cambias y ya. Cuando Elena Garro me recomendó con Carmen Balcells para que yo publicara mi primer libro, Carmenchu comentó que yo iba en caballo de hacienda con ese nombre. No pasó nada. Sigo igual. La obra no estaba a la altura del nombre. Así que me propuse trabajar como acémila.
Aquella noche perdí dos sesiones de trabajo, a causa del mezcal y porque el embajador me dejó bien bolo en una casa vecina, no en la mía. Como celebraban un triunfo de los Pumas, me dieron cobijo. Del mezcal pasé a las caguamas.
GARBANZOS DE A LIBRO
Daniel Sada
“O seduzco o irrito”
Habla Daniel Sada (Mexicali, 1953), Premio Herralde de Novela 2008 con “Casi nunca” (Anagrama): “Mi literatura puede causar puntos de vista muy extremos: seducir o irritar… No soy un best seller, pero con este premio creo que hay la oportunidad de abrir el círculo… Lo primero en que pienso es en el narrador. Me lo imagino como un narrador indiscreto y metiche que hace conjeturas… El punto de vista es para mí importantísimo. A veces tardo seis o siete meses en hallarlo… Han dicho que mi prosa puede asfixiar de tan pulida que está, pero así soy, mi mundo es verbal. Voy a triunfar o a fracasar con lo mío, no con ideas prestadas… Para mí son muy importantes los ritmos en la prosa. Es una aspiración de todas las artes. Incluso en la pintura y en la escritura hay que buscar una cadencia rítmica…” Lo entrevistó Héctor González para el suplemento Laberinto del Milenio.
LOS GARBANZOS
“Aunque Obama puede ser mejor que Bush, el imperio es el imperio y todavía es el imperio, y el emperador tiene que actuar en función del imperio”, declaró Juan Marsé (Barcelona 1933), Premio Cervantes 2008…
Ignacio Padilla, mexicano, y Jorge Dávila Miguel, cubano, ganaron el Premio Juan Rulfo de Cuento 2008, convocado por Radio Francia Internacional, con “Los anacrónicos” y “La mensajera”, respectivamente. La bolsa compartida es de 5 mil euros…
El escritor japonés Haruki Murakami (Kyoto, 1949) dijo que su ídolo y su modelo es Dostoiewsky y que como sucedió con el escritor ruso desea escribir sus mejores libros después de los 60 años de edad. “Cuando escribo, desciendo a las profundidades de mi mente”, comentó. “Cuanto más bajo más peligroso resulta”. Algunos títulos suyos son “Tokio blues”, “Crónica del pájaro que da cuerda al mundo” y “After dark” (Tusquets)…
Acuse de recibo: “El Búho”, número 103, diciembre 2008-enero 2009, dirigida por René Avilés Fabila, con homenajes a Rubén Bonifaz Nuño, Alfonso Reyes, Paco Ignacio Taibo I y Alí Chumacero y textos de Carlos Bracho, Martha Bátiz, Roberto Bravo, MAC y Bernardo Ruiz, así como de Luz García Martínez, Marcela del Río, Perla Schwartz, Salvador Camelo Torres, Martha Figueroa de Dueñas, Roberto López Moreno, Citlali Ferrer y Patricia Zama.
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