TURBOCRÓNICAS
Burocracia
por doquier
MARCO AURELIO
CARBALLO
Estimado
Gonzalí, La burocracia cultural es peor. Solo Rafael Ramírez Heredia (RRH), el
gran Rayo Macoy, pudo sortearla. Con tu curso de inteligencia emocional y tu
experiencia en ventas, abrirías puertas, supuse, y ahuyentarías pedigüeños. Si fallan
los capotazos, MAC, decía RRH, a patadas. Siempre hablaba de vaquillas, en lenguaje
taurino. Adonde fuera, la infame turba lo perseguía. Incluso autores regala-libros,
otra calamidad para escritores. Cierta vez capoteó a un paisano suyo en Tampico.
Tras darle unos pesos, no se lo quitó de encima. Cuando aplicó sus trucos, el
pedigüeño le dijo: "Don Rafa, deme la hora si no hay centavos”. Por eso no
publiques tu foto a cada rato, Gusgús, necesitarás talegas de pisto, del billullo,
para tus fans. A Susana Alexander, una mujer le pidió 5 mil pesos, 5, en el
teatro Tapachula. Molesta, contestó bravía y la pedinche se batió en retirada.
Pedro Infante se asomaba al balcón del Hotel Internacional de
Tapachula, ahí donde funcionó "El Bar de los Poetas Muertos y, tras lanzar
al aire un fajo de billetes, de a cinco o 10 pesos, Pedrito desaparecía en el
interior de la suite, mientras sus admiradores repartían codazos y empellones,
indignos, en el centro de la rebatiña.
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