TURBOCRÓNICA
DE
CÓMO CERVANTES ESCRIBIRÍA UNA SAGA DEL SOCONUSCO
MARCOAURELIO
CARBALLO
Me propuse efectuar
el trámite para obtener los derechos de autor de mi libro, amigo Gusgús. Si
bien a la postre juré no hacer más trámites. ¿Cuál camino queda, tons?,
preguntarás. el mío contratar ayudante
pero hay que pagar lo que gano por colaboración periodística. Así que este
oficio tan querido, Gusgús perspicuo, no sólo es de mulos o galeotes, según lo
definió el tal Gabo, sino de locos y
locos suicidas.
Escribes
una historia inaudita, la regalas en tu blog por internet y te prosternas a
rezar para que un editor te busque, aunque hayas declarado la guerra al mismo
dios, según lamento celestial de nuestro amigo Guillermo Esquinca Ballinas. Si no
tienes santo, sugiero a san Judas Tadeo, el de las causas perdidas, me informa
doña Gregoria, la cocinera. Es el conveniente para el título “Manuscrito encontrado en un bote de
basura”. Ahora, si te empeñas en no tener santo, incrédulo de tomo y lomo, recurre
a la imaginación y crea uno archi milagroso para tu hagiografía personal. Y
escribe una plegaria convincente,
verosímil, lo más difícil, pero no para ti, amigo perspicuo. Y como ya hiciste
libros tuyos, es decir, te rascaste con tus uñas ¿por qué no fundas una
editorial? Te propongo seis libros míos para nutrir el catálogo. O terminan en
el la basura. los cedo con una
condición: sin registro en derechos de autor.
Sea
como sea, Gusgús, busca en la tierruca la delegación de la SEP. Ahí te informan
de qué hacer.
Tu
editorial podría encargarle a Cervantes II una saga en cuyos volúmenes don Quijote
enfrente, no molinos de viento, sino a
políticos y funcionarios públicos, con muchos riesgos en esta era que, del periodo
de las cavernas pasamos hace 12 mil años a la era "holoceno, en griego:
"totalmente reciente” y de ahí, a la nuestra, la era
"antropoceno", cuando acaban con el planeta, según consenso de científicos
del mundo reunidos en un simposio.
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