TURBOCRÓNICAS
Los títulos
MARCO AURELIO CARBALLO
Para el Diablo GIR
Estimado Gonzalí, esa era la idea, utilizar extinción en
el título. Ahora ¿no te parece mejor la palabra exterminio? Con la primera puedo
incurrir en cacofonías porque el uso de palabras terminadas en “ión” es frecuente
y a veces inevitable. Aunque los maestros digan que todo se puede. Sí, con frases
trabajadas en extremo. Es obvio que la
otra, liberación, alude lo femenino. La utilizo porque la protagonista se
libera cuando el amante de ella se carga al marido de un pelotazo. Los
sabihondos dicen que el título largo es defecto de reportero no de narrador. Nunca
me gustaron de una palabra. Ahora dudo de extenderlo. No quisiera recortar nada
aparte de exterminio o liberación. A menos que descubra uno perfecto, la
metáfora al gusto de ciento por ciento de los lectores. Tarea de genios y soy sólo
un machetero contumaz como decíamos en la escuela. Un empollón, dicen en
España, pero esa palabra me
remite a otras imágenes. No ilustra lo dicho por un maestro admirado, que la
escritura es trabajo de mulos. Lo cual explica que, hallado el gusto por el
trabajo, uno se niegue a recular, y que entre más dificultades encuentra [MC1] [MC2] más disfruta. Lo que signifique eso. Te preguntarás ¿era
más largo el título? ¿Podría serlo? En efecto. Era:
“Exterminio o Liberación: El último protomacho, creativo y
perfeccionista en el país de las colas sin fin, narices de mango” y síndrome
del mamey en el hombre, novela de
MARCO AURELIO CARBALLO
Te cuento lo que del síndrome salió
del título, no del mamotreto, es una expresión de señoras. Pregunté en qué
consistía, dado que soy hipocondriaco. “Mientras no lo calamos”, dijeron, “no
se sabe cómo saldrá el hombre: si verde, duro, e insípido, o pachiche y
agusanado. Todas, de acuerdo.
Seguiré con las turbocrónicas. Había pensado extraerlas del
mamotreto, algo laborioso. Prefiero escribirla cuando el tema me encuentre. Las
haré salidas del libro o no .
No hay comentarios:
Publicar un comentario