TURBOCRÓNICAS
Hicieron leña del Shunco
Al Shunco nomás le falta encerrarse en un monasterio o ponerse la corbata de la muerte, diría el poeta. La opinión pública se le fue al cogote presa de una ferocidad inaudita. Por lo pronto debiera quitarse el apodo ante notario público. Sin duda se lo pusieron sus padres porque no buscaba ser querido sino que lo oyeran, ha dicho al aire.
En el Istmo de Tehuantepec y de ahí al mundo, sobre todo hacia el sur, chunco, y mejor shunco, es el menor de los hijos o el más querido. Es decir, lo mismo. Un mote cariñoso asignado por los padres. ¿Qué tanto daño le hizo serlo? Pareciera decirle a su señora madre no quiero ser el shunco, muero por ser escuchado. Si supiera la diferencia entre oír y escuchar.
Al leer el diálogo se observa una charla deshilvanada. Un galimatías incomprensible como incomprensible es haber tenido auditorio. Las injurias contra los haitianos están claras.
Son variopintas las propuestas contra este Shunco, incluso con humor rayano en la negritud. Alguien propuso enviarlo a Puerto Príncipe, a que lo lapiden pues a qué otra cosa. Uno más, con sentido del humor (el maestro Pepe Figueroa) alertó al diputado mendaz a prepararse porque habrá manifestaciones de los prietos de Tuxtla Gutiérrez, cuyos apodos van desde el Negro hasta el Chocolate, pasando por el Tizón o el Zope. El zope, contracción de zopilote, es del color de la conciencia del Shunco, si no es un cínico como lo es, dicen.
Un psicólogo podría analizar los traumas del personaje y aparte de revelarnos su patología mental diagnosticar en cuánto tiempo podría hacérsele una entrevista. ¿De qué charco brincó?, se preguntan fuera de Chiapas. Entre líneas y en medio del papasal uno expurga datos. ¿Qué tan prieto es el padre del Shunco como él ha asegurado que lo es? ¿Por qué al final de su miserable programa racista dijo, respetando la sintaxis: “No, no si el amor de mi vida es negra. No tengo problema yo”. ¿Qué clase de cáncer padece?
En lo personal, inquietan los colegas del DF cuando escriben Chunko y no Chunco o Shunco. ¿Los traicionó el subconsciente al hacer una asociación de ideas? Debieron recordar al Chucky. El diputado Ángel Gómez de León (Ocozocuautla, 1965) debiera despojarse de su apodo de niño y asumir ese otro. Sin duda está satisfecho, ya lo escucharon y nadie lo quiere.
GARBANZOS DE A LIBRO
J. D. Salinger
Podría haber dejado
dos novelas inéditas
Tras la muerte de J. D. Salinger a la edad de 91 años se informó de que hay un documental de cinco horas realizado por el director de cine Shane Salermo, así como un libro de 700 páginas con información recopilada durante el rodaje. También se recordó que el autor de “El guardían entre el centeno” (60 millones de ejemplares vendidos hasta ahora) podría tener inéditas cuando menos dos novelas, según reveló en sus memorias Joyce Maynard, su esposa en los años 1972 y 1973. El documental de Shane Salermo, guionista de cine, está basado en la biografía no autorizada de Salinger escrita por Paul Alexander. Tardó cinco años en hacer edl dolcumental y ahí desfilan 150 entrevistados, entre ellos sus ex compañeros de redacción de The New Yorker, y escritores como E. L Doctorow, Tom Wolfe, Gore Vidal y actores como Philip Seymor Hoffman, Edward Norton y Martin Sheen. Los últimos 50 años los pasó aislado en Cornish, New Hampshire. También tiene publicados dos libros de cuentos “Nueve historias, Fanny y Zooey” y “Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymor: una introducción”.
LOS GARBANZOS
“El feminismo tiene razón de ser, pero lo que debo hacer yo en el terreno de la creación, lo que me debo a mí misma, es ser libre”, declaró la escritora Soledad Puértolas al ocupar el sillón “g” de la Real Academia Española... Laura Esquivel (“Como agua para chocolate”) recibió la Orden al Mérito Artístico y Cultural Pablo Neruda, de manos de la presidenta Michelle Bachellet, antes de ser relevada en la presidencia... Paloma Saiz llevará su proyecto “Para leer en libertad” (tianguis de libros y conferencias), a las delegaciones de Azcapotzalco y en los CCH de Naucalpan, Oriente y Sur...
Habla Manuel Vicent, a propósito de su libro “Póquer de ases” (Alfaguara) con 31 perfiles de grandes escritores: “A partir de Joyce, Kafka y Proust no hay nada sino vacío, abismo. Existen, por supuesto, grandes novelas, pero no aportan nada socialmente como forma de entender el mundo. Quizá la excepción sea el realismo mágico, pero lo que así se ha denominado ya estaba en Homero. Es el periodismo el que se alza como una forma nueva. La literatura actual es el detritus que va dejando la historia en el papel amarillo de los periódicos. El arte nace siempre de una fermentación”... Juan Villoro (DF, 1956) obtuvo el Premio Internacional de Periodismo Rey de España (9 mil euros) por su crónica “La alfombra roja, el imperio del narcoterrorismo”, publicada en Argentina, Colombia y España.
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