TURBOCRÓNICAS
El vasto ejército de la mediocridad
El vasto ejército de la mediocridad
Hablemos del oficio. Recuerdo varios consejos. El de Flaubert a su hermana cuando él le exige el señalamiento de sus errores en lugar de elogiarlo. La sentencia de Bioy Casares, la mancuerna de Borges. Los primeros cuarenta años del escritor, dijo, eran los difíciles. A un poeta británico le pidieron consejos para un escritor joven. Si el chavo puede vivir sin la escritura, respondió, que la abandone.
Da gusto saber que tomaste mi análisis crítico del mejor modo, estimado David Gómez. He conocido toda clase de reacciones, y uno se queda pensando si ha empleado el tono correcto. No dispongo de otro. ¿Cómo emplear el tono melifluo si detesto a los melifluos? Mampos, decimos en Barrio Nuevo. Si infancia es destino, mi educación fue paramilitar, te recuerdo. El tono que empleas tú resulta agradable, pero no se me da.
Tengo ejemplos. Una señora reclamó por qué ella no podía usar adjetivos y García Márquez sí, hasta con prodigalidad. Luego de digerir semejante desplante y echando mano de mi escasa tolerancia para atender a cretinos altaneros, le dije que desmontara sus adjetivos y los reinstalara cuando procedieran. Te los encuentras como a esa tipa. Al recomendarles ojo avisor con los adverbios, de plano se desconciertan. El adverbio y el adjetivo impide narrar. Hay quienes, en su empleo, se refocilan. A otros ni les importa, amparados en la regla no escrita según la cual estás en tu derecho de escribir como te salga del forro del alma.
Tu actitud inteligente permitirá los avances y te sentirás cada vez más satisfecho del resultado. Aunque no haya texto perfecto. Además tus lectores deberán hallarte. Cuando leo o escucho a un lector criticando a un autor me digo ese pobre diablo no ha hallado a sus escritores favoritos. Ellos también hacen esa búsqueda minuciosa. Uno lo ha hecho. Uno los ha buscado porque antes de escribir se lee, y mucho. Encontrados o hallados, uno merece plantarse porque a veces la búsqueda ha sido de toda la vida. Entonces relees.
El escritor tardío tiene cierta desventaja. Debe escribir el doble, el triple, y corregir a paso redoblado. Robarle tiempo al tiempo. Es parte de la divisa de que si has resuelto ser escritor ya no puedes vivir como los demás. Si deseas recuperar el tiempo perdido, porque si no, pues no, y nos damos de alta en el vasto ejército de la mediocridad.
GARBANZOS DE A LIBRO
Juan Rulfo
Nuevo libro de 17 ensayos
sobre sus lectura
Juan Rulfo
Nuevo libro de 17 ensayos
sobre sus lectura
Juan Rulfo se consideraba un profesional de la lectura más que de la escritura, declaró Víctor Jiménez, director de la Fundación Juan Rulfo. Agregó que a veces leía dos libros por noche y amanecía leyendo. “Soy un vicioso de la lectura”, comentó. Jiménez dijo que Rulfo llevaba una bitácora en la cual escribía ensayos sobre sus lecturas y biografías de sus autores. Acerca de la biblioteca del autor de “Pedro Páramo”, Jiménez dijo que solía prestarlos que era como si los regalara. Así que los 10 mil volúmenes que hay en su biblioteca no es indicio seguro de la totalidad de sus lecturas. Entrevistaron a Jiménez para el Reforma a propósito de la aparición de “Retales” (Terracota), textos de Rulfo sobre otros tantos colegas que aparecieron en la revista El Cuento, entre 1964 y 1966.
LOS GARBANZOS
Gabriel García Márquez negó que haya dejado de escribir en una entrevista para el diario El Tiempo, de Bogotá. “Mi oficio no es publicar sino escribir”, dijo. “Yo sabré cuándo estén a punto de boca los pasteles que estoy horneando.” Su representante, Carmen Balcells, habría declarado que el autor había dejado de escribir… José Agustín se reponía de fracturas de cráneo y de seis costillas que sufrió al caer en el foso de la orquesta del Teatro de la ciudad de Puebla, mientras firmaba autógrafos. Había acudido a un festival de documentales… Haruki Nurakami, a quien le gustó “Babel”, del cineasta González Iñárritu, anunció que su novela “Tokio blues” será interpretada por la actriz Rindo Kikuchi, que aparece en la película del director mexicano… Habla el escritor chileno Luis Sepúlveda, autor de “La sombra de lo que fuimos”, Premio Primavera de Novela 2009: “Es cierto que los más perjudicados por la cercanía con Estados Unidos son los mexicanos. Pero mientras los yanquis se preocuparon de cometer atrocidades en todos los continentes, ya que los ocho años de Bush olvidaron a América Latina, las democracias florecieron en esta región”… Acuse de recibo: “Revista de la Universidad de México”, número 62, abril 2009, que dirige Ignacio Solares, con las firmas de Carlos Monsavais, Elena Poniatowska, José Pascual Buxó, Américo Sarralde, Adolfo Castañón, Beatriz Espejo, Julio Derbez, Vicente Leñero, Federico Patán, Angelina Muñiz-Huberman, Víctor Cabrera, Alberto Paredes, Hugo González, Gerardo Laveaga y Vicente Guarner.
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