3 de noviembre de 2011

TURBOCRÓNICAS Sintaxis como pelota de lombrices



Ese texto, Gusgús, se lo pasé a Feldespato tras leerlo dos veces y no entender nada. Ahora disfruto a Thomas Pynchon con su novela “V” y no quisiera engullir nada repugnante. En ese aspecto, digamos, soy bulímico. Feldes no se anda con delicadezas. He aquí su dictamen: “Observo un texto de alguien que redacta frases abstractas construidas con sintaxis semejante a una pelota de palpitantes lombrices vivas, o muertas. Resuena a balbuceos mentales. Hubiera sido un festín para Nikito Nipongo (1918-2003). Tu cuate Gusgús, prudente, se guardó el nombre del autor (a).
“Hay personas que supone haber aprendido a escribir como aprendieron a caminar. Escriben como camina un tresnalgas, contoneándose. No conciben la autocrítica. Podrían sufrir empacho mental. Se recomienda lavativa doble para la sesera, sosa cáustica incluida. Sin duda no han oído hablar del desaprendizaje. Desaprender para aprender a escribir. Temen, de limpiar y de darle esplendor al texto, dejarlo sin ideas propias o bien digeridas. Tampoco saben limpiar nada porque nunca lo han hecho. Imagino a este autor con un tomo de filosofía mal traducida bajo el sobaco. Lo sé, tú escribirías axila... Además debe también caminar como si trajera golondrinos en una de ellas. Semejan, lo leído, residuos acumulados mientras se quema las pestañas y se le reseca el cerebro. Todo aceptado como dogmas, sin razonar.
“En este caso costaría esclarecer si la pelota lombricienta fue lanzada en favor o en contra de cuanto él rebate o glosa. En favor, percibo. Mas tampoco lo afirmo pues admitiría que entendí “algo” y no entendí una frase, una. Aconseja a tu amigo ignorarlo. Igual puede escribir un texto diciendo que le dio el beneficio de la duda y le pasó el escrito a conocidos, quienes vislumbraron una lengua de esas muertas, impublicable por ininteligible. Que el autor se esfuerce (doscientas revisiones) y lo ponga en español, o le pague a un traductor. Lo mismo queda utilizar el sarcasmo a lo Nikito Nipongo. Si bien el escrito semeja un inasible sapo legamoso. La otra es publicarlos con esta nota: Se respetó puntuación y sintaxis, y no hay comentarios porque nadie logró desentrañarlo. En resumen, caso absurdo y grotesco. Si de un anónimo se tratara puede utilizarse en el escusado tras aplicarle suavitel.”
Hasta ahí Feldespato. Saludos Gusgús. No te envidio. Son los dilemas eternos del editor.


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