TURBOCRÓNICAS
Cabeza humeante de zanate viejo
Ese viernes me zampé un platón de arroz chino con pollo, en el Chow Min, amigo Guillermo. Sesenta y cinco morlacos, y una horchata. Me escamotearon el menú del día. ¿Será todo a la carta? Quería ese arroz para mí nomás, y apenas terminé la mitad. Al despertar de la breve siesta, oí el pijazo de agua. En taxi llegué medio seco a la entrada del ex palacio municipal, ¡a dos cuadras del hotel! El Taller de Narrativa estuvo excelente. Mientras llegan todos, leo tres capítulos de mi “Biblia del narrador”. Limito los comentarios, uno del compa que leerá su cuento. El tiempo vuela.
En Los Comales cenamos Hernán Becerra Pino (Premio Ydalio Huerta Escalante), Joel Arzola y yo. Ellos tortas y yo la mitad de un tamalón de mole. Bebí dos cafés porque no quería perder, debido al sueño, una sesión de trabajo. Apenas la segunda de cuatro en dos días. Hice la otra en el avión. Si no hago tres o cuatro soy infeliz. Ocupé un cuarto del tercer piso del Guízar. La regadera es mil veces superior a la del Victoria, de Oaxaca. Acababa de estar ahí. Te cuesta promediar el agua caliente con la fría y cuando lo consigues y estás abajo, aleteando, sale un chisguetazo repentino de agua fría o caliente. En el Guízar no quería salir del baño. Piaba como zanate viejo.
Secándamo veía CNN, y entonces lo miré de reojo. Gigantesco y enmarcado por un limpio cielo celeste. El Tacaná. No resistí el impacto y caí de rodillas y levanté los brazos. No recé porque a mi edad “trasvergo” las dos plegarias de la primera comunión. Ese día de la comunión, confieso, huí de pinta al Tescuyuapan. Mañana sí me saco el Melate, me dije sesenta años después. Arrojé la toalla y erguí el pecho, que ya no se yergue ni al paso de las ninfetas. Varias descargas verdiazules me cruzaron de cabo a rabo.
La segunda sesión, excelente. Hernán, Arzola, Gusgús y el tacanateco rematamos en La Mesa Redonda. La botana supo mejor. Zampártela con agua mineral resulta asqueroso. Debo pedir también una coca, me enseñó Arzola, tan sólo de verlo. Buche de una y buche de otra. Urge darme de alta. Olvidé pedírselo al Tacaná. Con su energía aguantaré lo necesario.
Amanecí moqueando. Había expuesto la cabeza a la lluvia, echando humo por el tecleo y por el Taller. Bebí el Tehuacán y las aguas del imperialismo yanqui en vasos copeteados de hielo. Temí el cerco sanitario. El Tacaná volvió a salvarme.
Isabel Allende
El realismo mágico quedó atrás
La escritora chilena Isabel Allende (66 años) dijo que el realismo mágico en la literatura quedó atrás y que ignora hacia donde “estamos evolucionado”, pero sabe que “existe una generación urbana de escritores que se reencuentra”. También dijo que nunca abandonará la literatura si bien escribirá ahora un libro cada dos años y no uno por año. Cada ocho de enero empieza una novela en la cual trabaja hasta doce horas diarias, desde las seis y media de la mañana hasta que su marido le llama a cenar. Sobre sus investigaciones históricas reveló que prefiere hacerlo en novelas de la época y no en Internet o en libros de texto. Luego de “La casa de los espíritus”, dijo, su vida cambió porque antes se sentía frustrada y “atrapada en un destino mediocre”. Su obsesión ha sido desde pequeña “ser independiente, que nadie me mandara, que nadie me preguntara dónde he estado”. A la autora de 16 libros, de los que ha vendido 51 millones de ejemplares, la entrevistaron para Babelia, suplemento de El País, a propósito de su nueva novela “La isla bajo el mar”, (Plaza y Janés).
LOS GARBANZOS
Habla el ganador del Premio FIL de Literatura y Lenguas Romances 2009, el poeta venezolano Rafael Cadenas (79 años): “Cualquier ideología es perversa, aunque esté guiada por la buena intención, porque separa a los seres humanos. Prefiero el sentido común, ajeno a carismas, redencionismos, a todas esas grandiosidades hipócritas, cuyos promotores nunca se han visto a sí mismos”. Lo entrevistó Claudia Posadas para Laberinto, suplemento de Milenio... El vicepresidente de Google, Vint Cerf, informó de que el acuerdo con las grandes editoriales norteamericanas permitirá vender en línea libros valiosos, para soportes electrónicos, que ya no se imprimen y de los que quedan un puñado de copias en el mundo. La empresa tiene ya escaneados 7 millones de libros... Acuse de recibo: Tinta seca, que dirige Miguel Ángel Muñoz, número 95, septiembre-octubre 2009, con firmas de Yoko Ono, Saúl Ibargoyen, Miguel Ángel Muñoz, Bernardo Ruiz, Albert Ráfols-Casamanda, José Antonio Marina, Adonis, Ana Flores Rueda, Darío Villanueva, Sofía Gamboa Duarte, Jesús F. Conde de Arriaga, Clara Sánchez, Luis Marcelo Pérez, Maria Cruz y Plinio Chain, y una entrevista con el jazzista Lee Koniktz, de Pablo Sanz.
De cuando en vez he leído un artículo que encuentro ocasionalmente en algún periódico o revista, que al empezar a leerlo me doy cuenta que quien lo escribe es un periodista que yo conocí de niño y fuimos amigos en mi recordada y añorada Tapachula(Chiapas). Esta persona tiene una forma tan peculiar de escribir sus artículos que al ir recorriendo mi vista en sus líneas me doy cuenta inmediatamente quien es el autor, porque sus narraciones parecen ser que él sabe que quien lo lee se da cuenta lo que narra y lo dice tan familiarmente y plasmadas de belleza que siempre pone su sello de ser chiapaneco, y me viene al recuerdo mi hermoso estado y más aun cuando de niños fuimos amigos y tuvimos una amistad sincera que él siempre me demostró con sus pláticas sanas y fantasiosas pues su papá tenía en Tapachula ,una agencia de periódicos ,revistas y sobre todo historietas cómicas que en ese tiempo para un niño era un tesoro poder leer esos cuentos, que sus argumentos eran muy llenos de realidad para nuestra mente infantil. Lástima que por esos años (1951) yo me aleje de mi linda ciudad y ahí deje a mi amigo, ese amigo que perduró siempre en mi mente, ya que nunca lo volví a ver, hasta ahora que siendo maduro, muy maduro diría yo, lo volví a encontrar pero solo cuando leo sus artículos en algún periódico; ojala que él lea este reconocimiento que hago, que quizás ya no se acuerde de mi, pero yo tengo latente su nombre; Marco Aurelio Carballo. Mi admiración para mi recordado paisano.
ResponderEliminarFirma Carlos Jiménez López.
Me gustaría que respondieras.
Estoy desconcertado. Si Chaneka dijo... y hay una foto de una linda chica ¿por qué firma Carlos Jiménez? Desde luego acaso lo que importa es el texto, pero ese desconcierto me inhibe. Me gustaría la aclaración. Han llamado por teléfono y preguntan adivina quién habla. Cierta vez era una prima con la que había charlado poco hacía siete sexenios. ¿Cómo recordar su voz? Me sentí un tonto adivinando. Saludos Chaneka o Carlos: MAC
ResponderEliminarHOLA,SI CREO QUE COMETI UN ERROR POR QUE NO ESPECIFIQUE MI COMENTARIO YO SOY KARLA(CHANEKA, JAJA)Y SOY LA NIETA DE CARLOS JIMÉNEZ, Y EL ME DIJO QUE LE ENVIARA ESAS LINEAS YA QUE EL ME DICE QUE LO CONOCIO A USTED HACE AÑOS CUANDO ERAN NIÑOS CUANDO VIVIAN EN CHIAPAS,ÉL VIVÍA CERCA DE LA AGENCIA AUTOMOTRIZ DEL SOCONUSCO Y ERAN VECINOS USTED Y ÉL, PERO ÉL DESPUES SE FUE DE AHI Y LO ENCONTRO A USTED EN EL PERIODICO; MI ABUELITO LEE SEGUIDO SUS LINEAS.
ResponderEliminarESPERO LO PUEDA RECORDAR :)
AHORA SI FIRMA: KARLA,OJALA Y PUEDA RESPONDER.
SALUDOS.
Tengo en la actualidad muchas buenas amistades trasvestis y transexuales, aunque ninguna de estas queridas personas ha nacido en Tapachula, sólo algunos mampitos que tengo en buena estima.
ResponderEliminarPor eso ya me congratulaba de que en mi tierruca también florecieran estas criaturas del Señor, pero, con desazón -y gracias a la aclaración de la nieta de nuestro respetable paisano- veo que aún Tapachula sigue siendo una sociedad machista y homofóbica. Qué lástima que una ciudad tan cosmopolita se encuentre tan lejos de la posmodernidad.
Esto me trae a la memoria, mi querido MAC, que allá por los años 80 era famosa en nuestra tierruca una mesera muy guapa (blanca tirando a güera) que respondía al poético nombre de Lluvia. El asedio de los parroquianos era en verdad brutal. Muchos paisanos machísimos cayeron presa de sus encantos.
Sin embargo, como sabes, en los pueblos chicos los secretos no tienen donde esconderse y resultó que Lluvia en realidad era Aguacero y que sus aguas también corrían cuesta arriba si fuere necesario.
Quién sabe qué pasaría en aquellas tropicales pasiones que, pasado el tiempo, desapareció del ambiente botanero y Lluvia fue evaporada por el sólido Sol costeño.
Algunos cantineros me contaron una versión de su ausencia: que fue tal el amor que alentó entre dos machísimos pretendientes (uno ganadero y el otro agricultor) que la violencia llegó al Texcuyuapan y tuvo que salir huyendo con rumbo desconocido, para no provocar una tragedia.
Yo prefiero creer que un buen hombre, a carta cabal, como somos los tapachultecos, la rescató de ese vil ambiente, le puso su casita y vivieron muy felices.
Saludos, hermano.
El Conde del Soconusco
Aclarado el caso, Karla, salúdame a tu abuelo. ¿Dónde viven? ¿A qué se dedica?
ResponderEliminarViví hasta los diez años en la Segunda Calle Oriente, ¡en el siglo pasado!
Saludos al paisano: MAC.
Señor Marcourelio;
ResponderEliminarDe Carlos Jiménez:
Me satisface hayas contestado mi saludo pues me da gusto, y aun que no te acuerdes de mi, si sabes de la calle donde viviste que es la misma donde yo vivía exactamente hasta los 10 años. De mi solo te diré que me dedique muchos años a la contabilidad en Tuxtla Gutiérrez, posteriormente en 1973 me vine a vivir a México y trabaje en empresas privadas hasta el 2006 que me jubile. Actualmente vivo con mi esposa y dos hijos y ocasionalmente salgo de paseo a Chiapas o a Querétaro donde tengo familia. Yo vivo en Jardines de Morelos del municipio de Ecatepec, Mex. ¿Y tu donde vives? ¿Y en donde radicaste en tu juventud?. Si tienes tiempo contéstame, me dará gusto saber de ti pues ya no tengo amigos de mi edad.
Cordialmente Carlos Jiménez López.